
Un blog que
como puse en la entrada inaugural, no nacía desde una ambición política, sino
desde una inquietud vecinal, la de un simple vecino de toda la vida que ha ido
viendo la mutación de un pequeño pueblo de vida tranquila a la de una ciudad
dormitorio con un descenso de calidad de vida alarmante.
El blog nació a rebufo del famoso blog dedicado a la obra
del túnel de Honorio Lozano “Faraón Churrero”, pero sin tener ninguna relación
con quienes escribían en dicho blog, pues nunca llegué a conocerles. La idea
principal era la de tratar de poner mi
granito de arena para mejorar mi pueblo y compartir mis experiencias en el
mismo. Con mis opiniones personales y puntos de vista del día a día, rescatando
recuerdos, personajes, fiestas, memorias… y con la crítica si entendía que era ajustada al
tema tratado.

Pero independientemente de la forma, lo que está claro es
que diez años dan para mucho y que cuando empecé en esto no sabía hasta cuando
iba a durar, como tampoco lo sé ahora mismo pues no me pongo fecha de caducidad,
como no me pongo fecha de caducidad en el carnet de vecino villalbino, eso
supongo que le corresponde a un ser superior si es que existe.
Diez años de personajes, eventos, meteduras de pata (incluso
alguna propia), errores y escándalos. Diez años que han dado para mucho, para
ver como independientemente del color del partido en el gobierno, el sistema ha
sido muy similar y unos y otros han tirado de los mismos recursos y por tanto
cayendo en los mismos errores (Cover-Cofely). O tal vez sea el precio del
ascenso al poder, que convierte en rehenes a quienes lo logran. Pero lo cierto
es que así hemos ido perdiendo nuestras señas de identidad.

Los recuerdos y el remember “venden” y recordar los tiempos
del baloncesto en ACB o de la “movida villalbina” nos hacían rejuvenecer,
aunque también en cierto modo entristecer por hablar de un pueblo que parece
ciencia ficción para las nuevas generaciones.
Espero en los próximos años ser testigo del descubrimiento de
nuevas figuras del arte, deporte y de nuevas entidades o eventos que sean
referentes en la comarca, pues en muchos casos solo se necesita un puñado de
locos y alguien que de un pequeño empujoncito para superar los primeros
obstáculos.
Estoy seguro de que en estos próximos años volveré a tener más de
un sinsabor, pero también espero tener más de un motivo para sentirme orgulloso
de ser villalbino como me sentía allá por principios de los 90’s cuando bajaba
a Madrid.
¿Vamos a por otros diez?
2 comentarios:
Yo lo descubrí relativamente hace poco. Gracias por las entradas de gran interés que publicas.
Muchas gracias a ti por seguir el blog.
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