lunes, 14 de diciembre de 2020

Alto voltaje

 Belén de la Plaza de los Belgas
No pensaba escribir sobre el tema de las luces navideñas este año, pues fue tema ya abordado el pasado ejercicio y no quería ser repetitivo, pero el inoperante equipo de gobierno que nos desgobierna obliga a ello.

Vaya por delante, que no comparto muchas opiniones de las que leo en RRSS en torno al tema, empezando por los que ponen a parir las “cordadas” que tiran por las copas de los árboles que, aunque son muy sencillas a mí me gusta el efecto que causan sobre el global de la Calle Real, pues no son demasiado invasivas y por el contrario el “efecto pasillo” que generan me agrada.

Tampoco comparto los que se quejan de que si tal urbanización es de segunda porque no le ponen luces o que dados los impuestos que se pagan, se merecen sus luces. La colocación de las luces de Navidad no son un premio por ser buenos vecinos, sino que son una inversión para la dinamización de la actividad comercial en unas fechas tan señaladas, al menos así lo entiendo yo, por lo que deberían ser criterios comerciales los que marquen la gran mayoría de las ubicaciones de las mismas. La celebración más religiosa de la Navidad obedece a cada persona, que es libre de cantar villancicos, ir a la Misa del Gallo, comer cordero o sentar a un pobre a su mesa por estas fechas.

Por ello el año pasado critiqué la tardía colocación de la iluminación navideña en nuestro municipio pues, aunque entiendo que la factura de la luz subirá notablemente por la colocación de la misma, entiendo que su función es importante en algunas fechas marcadas previas a la Navidad propiamente dicha (Black Friday y puente de la Inmaculada o Constitución). El poner un horario racional durante esas fechas marcadas, aunque luego se apagasen hasta las fechas más próximas a la Navidad con la excepción de los fines de semana, me parece la opción más lógica e interesante. Desconozco si hay dificultades técnicas que dificulten el poder hacerlo así, pero en los tiempos de la digitalización, cuesta creer que no se pueda programar el alumbrado público.

Y es que no es cuestión baladí, pues a las fechas en las que se ha encendido la iluminación en Collado Villalba, la campaña comercial navideña ya ha vendido cerca de un 50% del global de la misma, cifra nada desdeñable cuando hablamos del mayor gasto que realizamos los españoles a lo largo de todo el año. Solo hay que fijarse en como otros municipios han volcado esfuerzos en su programación navideña en los últimos años Málaga, Vigo, Torrejón


Imagen del montaje de Torrejon del año pasado

Así que vamos a lo mollar del asunto. Este año eran muchas las voces que sugerían la desaparición de la iluminación navideña o su moderación por aquello de destinar más recursos a causas sociales. Evidentemente, esa medida nunca iba a encontrar el consenso por aquello de agraviar a unos vecinos u otros si se usaba el criterio de ubicación o si se entraba en una guerra contra el espíritu cristiano de la Navidad. Pero resulta que el consenso que se antojaba imposible ha sido logrado, pero por otro motivo. Reduciendo el número de luces y las ubicaciones de las mismas, han disparado el gasto hasta casi triplicarlo. Lo que viene siendo hacer un pan como unas hostias.

Resulta que se gastan un dineral que no tenemos y que tan preciado es para otros menesteres en estos momentos, y dejan sin luces rotondas que habían decorado otros años y calles tan emblemáticas como la Avenida Juan Carlos I.

Detalle del belén de Los Belgas

Nos van a querer vender humo con el belén que han montado en La Plaza de los Belgas, pero que alguien me corrija, pero creo que algunos elementos del mismo ya estuvieron colocados en algunas rotondas en otros años. Y aunque no fuese así, no compensa el gasto extra ni el abandono de las rotondas, que son puerta de entrada de nuestro municipio.

Y sale el concejal del ramo y dice que también se ha triplicado el gasto en cultura, lo cual estaría bien si ese gasto repercutiese en el acceso a la misma de todo el municipio, pero dado el hándicap de nuestro obsoleto teatro municipal, no hace más que ponernos en alerta sobre contratos sospechosos o poco claros, pues resulta que la obra de teatro más costosa viene por la Red de Teatros de la Comunidad de Madrid y no por vía municipal. Así que lo dicho, muchas explicaciones tendrá que dar el señor concejal para tan gran desatino y más cuando tiene tantos contactos en el mundillo de la cultura, no vaya a ser que en lugar de venir a servir a la cultura de nuestro municipio, se vaya a servir de nuestro municipio para contentar amigos y obtener recíprocos servicios. Esto son solo conjeturas mías, pero visto el pelaje de la política local, no me digan que no da que pensar. Y mira que este concejal era de los que había levantado más y mejores expectativas por su curriculum.

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