Siempre se ha dicho que uno es lo que come y en cierto modo
y por esa misma regla de tres, podríamos decir que uno escribe lo que es o lo
que le está pasando. Yo ahora mismo me encuentro en una fase llena de recuerdos
y sentimientos del pasado.
Son muchas las cosas que nos pasan a lo largo del tiempo y
otras muchas las que nos marcan el futuro. Un futuro que cuando éramos
adolescentes y vivíamos en un Collado Villalba que nos parecía lo mas de lo
mas, jamás pudimos pensar que acabaría siendo lo que es hoy en día.
Como jóvenes que éramos, nunca fuimos conscientes de que
Villalba podía ser la capital de la sierra y algo más en lo que al ocio
nocturno se refiere, pero que por otro lado eso solo era un aspecto minúsculo
dentro del desarrollo futuro para el pueblo.
Jamás pensamos que seriamos parte de la primera generación
de Villalbinos que tendría que emigrar
fuera del municipio buscando un lugar donde el precio de la vivienda le
permitiese acceder a la misma. Cierto es que buena parte de esos compañeros de
clase o instituto solo emigraron hacia los pueblos limítrofes, especialmente
Moralzarzal y Alpedrete, aunque todo ello con el agravante de que un altísimo porcentaje de
nosotros éramos la primera o segunda generación de la familia que era puramente
villalbina.
Esto que estoy diciendo puede sonar un tanto melodramático,
pero lo cierto es que este pequeño movimiento demográfico ha llevado asociado
un envejecimiento de la población del municipio que se ha visto en parte
mitigada por la llegada de población emigrante, pero que permítanme con todos
los respetos, no es lo mismo.
Estos nuevos habitantes vienen con sus costumbres y su
cultura, ni mejores ni peores (en teoría), solo diferentes. Pero evidentemente,
esto poco a poco contribuye a que las raíces del pueblo vayan debilitándose y
todo ello catalizado por decisiones tomadas por nuestros mandatarios que han
logrado que a Villalba no lo conozca ni la madre que lo parió, que diría
Alfonso Guerra.
Si se mira la estadística que dejo en el siguiente enlace,
se pueden ver datos muy interesantes en cuanto a todo lo que he citado en esta
entrada. Y si se raspa un poco los aspectos más superficiales, podemos ver como
Collado Villalba sale tremendamente desposicionada con respecto a la región y
la Comunidad de Madrid.
Es especialmente alarmante el bajo número de afiliados a la
Seguridad Social con respecto a la zona y la Comunidad de Madrid, dato que va
muy de la mano del paro. Y mucho me temo que estos datos hayan quedado ya
obsoletos por culpa de la crisis de estos últimos años.
No sé si soy muy pesimista al sentirme un poco como Felipe
II, que vio el máximo esplendor del Imperio Español, pero también empezó a ver
su decadencia. Cada vez que me hablan de la capitalidad de la sierra, no sé por
qué, pero se me viene a la mente la Armada Invencible.
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