A punto de entrar en las navidades que cerraran este año que
vivimos peligrosamente tras los últimos acontecimientos, entraremos en el
inquietante 2015 que nos traerá una nueva cita con las urnas que promete
emociones fuertes visto como bajan las aguas.
Y es que tras las tres legislaturas continuas del PSOE, la
victoria por mayoría absoluta del PP trajo cambios al pueblo que aunque no bien
recibidos por todos, sí que parecían estar siendo asimilados más o menos por la
ciudadanía, que veía como se daba carpetazo a una época que a partir de la
segunda mitad de la segunda legislatura había derivado en un poder casi
totalitario rendido al servicio de otras cosas más que a la gestión del
municipio.
Pero como no hay que quedarse anclados en la historia,
aunque tampoco perderla de vista y mucho menos olvidarla, llega el momento de
evaluar la situación actual ahora que los partidos políticos están dando ya el
pistoletazo de salida a la carrera electoral.
Sin duda alguna el destape de la trama púnica ha dado
esperanzas a los partidos de la oposición, que habían visto como el PP había
logrado ir filtrando sus mensajes entre la población. Un alcalde más cercano,
la campaña de Villalba Capital de la Sierra, y algunas obras menores así como
la implantación de algunas marcas importantes (Shana, Decathlon, Media Markt,
próximamente TGB y Aldi…) estaban logrando dar la imagen de una cierta
reactivación de la vida en el pueblo. Pocos eran los que alzaban la voz para
quejarse de que en cierto modo, estábamos en una línea continuista, aunque muy
suavizada, en aspectos como la financiación de los eventos o como se seguía
vendiendo suelo municipal.
Estaba bastante asumido por casi todos, que estos pequeños
logros unidos a la inauguración de las tres grandes obras del Josepablismo que
quedaron pendientes (edificio de la policía, oficinas de la Seguridad Social y
el hospital) iban a ser suficientes para que, salvo que la deriva del gobierno
central los arrastrase, lograr la reelección. Quién iba a pensar que el
terremoto de la corrupción iba a tener una importante replica con epicentro en
Collado Villalba con resultados tan devastadores para el partido de la gaviota.
La crisis de confianza ha arrasado con el crédito de un
partido que históricamente siempre ha sido el segundón en nuestro pueblo. Para
la gran mayoría poco importa que las cuentas se hayan enderezado un poco
(aunque a fuerza de seguir con la presión salvaje en el capítulo tributario).
Poco importa que se estén asfaltando calles que presentan un firme infame por
la falta de mantenimiento durante décadas. La confianza de las urnas ha sido
traicionada y eso pocas veces se perdona.
Así que a seis meses de la cita electoral nos encontramos
con el partido gobernante en plena crisis y sin líder con vistas a las
elecciones. Mariola Vargas no sabe no contesta a la pregunta de si se ve como
futura candidata y dice centrarse en los seis meses de mandato que tiene por
delante. Y hace bien visto como se manejan estos temas en Madrid, pues en
cualquier momento “La Doña” podría hacer aterrizar otro paracaidista como en su
momento hizo con Julio Henche.
Pero las cosas no van mucho mejor en la oposición, donde la
crisis del otro gran partido, es la principal baza del PP para salir airoso. Y
es que tras estos tres años de luchas internas por lograr controlar el aparato,
Juan José Morales ha sido el elegido para plantar batalla en las urnas. Pero
por el camino la sangría ha sido tremenda y el partido llega hecho unos zorros,
por si no era poco hándicap el que sus líderes fuesen gentes del polémico
último mandato de José Pablo Gonzalez.
Y es que aunque Morales haya sido el elegido, no parece que
la herida haya cicatrizado visto el sentimiento de muchos de los militantes y
simpatizantes del partido que no aprueban la oposición ejercida por Morales en
estos tres años. Y claro está, la sombra de Rosana Crespo es alargada en el
PSOE local y creo que nadie cree a estas alturas de la película, que la actual
concejala no adscrita no vaya a mover ficha en estos meses y vaya a volver a su
vida fuera de la política. ¿Candidata bajo el paraguas de otras siglas o como
independiente? Poco creíble, pero más factible que la retirada definitiva.
IU ha perdido a la que fue su cabeza visible en la anterior
legislatura y aunque el trabajo de su coordinadora ha sido bueno, su falta de
carisma ha propiciado que tal vez por ello se haya decidido un cambio de cara.
Un rostro que ya fue concejal en otros tiempos y que presento su renuncia por
temas personales. Pero el problema de IU es ese huracán llamado Podemos, que
sigue cogiendo fuerzas en el mar de la corrupción generalizada y que no sabemos
si cuando toque tierra en la cita electoral, se habrá convertido en tormenta
tropical o si por el contrario arrasará con todo. Está claro que les han
adelantado y no por la derecha precisamente.
UPyD no termina de despegar como partido nacional en parte
por su líder, pero que también es sin duda su gran baza. A nivel local está
claro que tanto Fernando Tellado como su compañero de grupo, han hecho una
labor bastante correcta y que por las redes sociales su trabajo es aplaudido.
Pero no todo el mundo sigue a estas y muchos de los que lo hacen no son capaces
de analizar la avalancha de información que nos proporcionan cada día. También
jugará en su contra el efecto podemos y la muy posible implantación de
Ciudadanos en nuestro municipio, partido que tiene anunciada en su página web
la próxima apertura en nuestro pueblo de una oficina y que come directamente
del mismo caladero de votos, hasta el punto de que no habría que descartar
alguna alianza o pacto entre sus grandes líderes antes de las elecciones.
Pero la cosa no parece que vaya a acabar en estas opciones,
pues VOX parece que también está en proceso de formalizar candidatura en
nuestro pueblo. Cierto es que en las elecciones europeas no lograron ni de
lejos el resultado que ellos esperaban, pero pueden canalizar una parte de ese
voto de castigo que va a tener el PP y más en nuestro municipio. Está claro que
si logran presentar lista, buena parte del resultado va a ir condicionado a la
cara que presenten en el cartel. Algo que también será extensible a Ciudadanos.
¿Y Podemos? En principio su líder Pablo Iglesias, dijo que
no iban a concurrir a las autonómicas y municipales. Está claro que quiere
proteger la “imagen de marca” y más ahora que está empezando a ser objetivo
incluso de los medios que le fueron afines y ve el alto precio de la
sobreexposición a los medios vendiendo buenismo. Sin embargo, es muy posible
que si bien la plataforma, partido o como quiera que se llame a lo que está
tratando de dar forma Pablo Iglesias no se presentará, sí que gente afín al 15M
y otros movimientos que simpatizan con él se pueden presentar, se llamen
Ganemos o como quiera que se llamen. Pero aquí la incertidumbre es máxima y más
si se filtran más comportamientos de casta como los de la productora de Pablo
Iglesias o el contrato de Errejon.
Y a todo este mix, siempre le faltaría el condimento final
de una candidatura surrealista como la del PIS o una plataforma independiente o
de vecinos de una comunidad. En fin, que no nos vamos a aburrir, pero tampoco
nos vamos a agobiar, que el camino es largo aún.