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domingo, 23 de diciembre de 2018

Resumen 2018 III (Julio-Septiembre)



Empezamos el trimestre veraniego con un pequeño análisis de los tres proyectos finalistas del concurso de ideas sobre la remodelación de la Plaza de los Belgas. Tres proyectos que nunca me han parecido ni de lejos una opción viable para la sostenibilidad del desarrollo de las actividades que se celebran en nuestra querida plaza, pero lo mejor es que juzguen por ustedes mismos a pesar de que la opinión de los vecinos poco parece importar en el caso de la reforma de la plaza.

Y julio como siempre, es sinónimo de fiestas en nuestro municipio, así que tenía que haber la típica entrada que diese un rápido repaso al programa de festejos en honor a Santiago Apóstol. Un programa que defraudo a muchos y que vuelve tener unos cuantos puntos a mejorar claramente. De eso trató la primera entrada del mes de agosto, de las impresiones que había dejado el programa de festejos.

Pero el mes de agosto trajo dos perdidas muy importantes para la historia de Collado Villalba.



Por un lado nos decía adiós el gran Julián Redondo, la persona que con sus plumillas había ilustrado pasajes de la historia que no habíamos podido ver o nos refrescó las estampas de Collado Villalba antes de convertirse en la ciudad que hoy es.
Pero esa pérdida no llegó sola, pues agosto supuso el cierrede las míticas Pastelerías Hernández, un pedazo de la historia de Villalba cuando el comerse uno de sus pasteles a la salida de misa era todo un ritual para una gran parte de los vecinos. No es el cierre de un negocio más, algo a lo que estamos tristemente inmunizados en los tiempos que corren, es el ver como se escapa un pedacito de nuestros recuerdos, un pedacito del alma de este pueblo con el que cada vez cuesta más sentirse identificado.

Y cerrábamos el mes de agosto con la noticia de que ya teníamos proyecto ganador para la famosa reforma de la Plaza de los Belgas. Y volvía a la carga sobre el tema, aunque sirva más bien de poco como ya he dicho anteriormente. Pero creo que hay problemas importantes que corregir si finalmente se lleva a cabo tal cual el proyecto,  para que se pueda seguir disfrutando de la plaza tras unas obras que cambiaran significativamente su estructura y por consiguiente sus posibles usos.

Arrancamos el mes de septiembre con la imagen típica de la dehesa de Villalba en un atardecer de final de verano con sus pastos quemados por el sol, pero lo más preocupante, con el paisaje desolador de ver el fracaso de la repoblación de árboles que se llevó a cabo hace unos años. Esta estampa me llevaba a hacer una comparación con el “paisaje” del resto del pueblo que parece vivir un “ocaso estival” sin fin. Suciedad, calles sin vida, ambiente depresivo, inseguridad…

Este paisaje tan deprimente daba paso a la entrada dedicada a la segunda edición del “Survival Zombie” que se desarrollaba en nuestro pueblo. Un curioso evento que volvió a atraer a centenares de visitantes a Villalba para disfrutar del juego. No tuvo la repercusión de la primera edición, pero si fue lo suficientemente notorio como para romper con la monotonía de los apagados meses veraniegos de la que en su día fue la Capital de la Sierra por su atractivo ocio nocturno.

Y finalizábamos el mes con una breve encuesta sobre los temas que más preocupan en el día a día de nuestros vecinos y cuyo resultado publiqué en el siguiente trimestre.

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