Foto de los simpatizantes de Vox |
En este caso son las elecciones a la Comunidad Autónoma de
Madrid, que por una extraña carambola se ha visto implicada en la onda sísmica
del terremoto de Murcia y en el afán de protagonismo de su Presidenta en
funciones y su falta de conexión son sus socios de gobierno.
Fuere por lo que fuere, ya tenemos toda la artillería pesada
en marcha pues, aunque la campaña empezó en la noche del viernes al sábado, ya
llevan tiempo unos y otros luciendo artillería a la espera de desplegar sus V1
y V2 o “armas maravillosas”.
Y en estas que Collado Villalba se convierte en un punto
estratégico que todas las candidaturas trataran de trabajar en mayor o menor
medida, como han venido haciendo en los últimos comicios y más si se trata de
los autonómicos. Es algo lógico, pues hay un censo de casi 30000 votos en juego
y, además estamos hablando de que, aunque no seamos la Capital de la Sierra, si
somos “La Puerta de la Sierra” y la Sierra del Guadarrama ya no son cuatro
pueblos de veraneantes, es algo más. Hay que contar con la comarca y más en
unas elecciones con el resultado tan incierto.
Abrió el fuego Mónica García de Mas Madrid, que nos visitó
el pasado 4 de abril. Ya sabemos de los buenos contactos del concejal local con
las altas esferas de la formación que lidera Iñigo Errejón. Por lo visto se dio
una vuelta por el Paseo del Rio para defender causas ecológicas como el cuidado
de los cauces fluviales y su recuperación, la lucha contra las casas de
apuestas, etc. Cosas muy del programa de la nueva izquierda que representa esta
candidatura, así como la de Pablo Iglesias. Recordemos que las encuestas dan
por ganadora por goleada a Mónica en el duelo particular entre ambas
formaciones. De momento el efecto Iglesias no ha sido suficiente para doblegar
a la candidata del partido “Errejoniano”.
Justo tras el bocinazo de salida de la campaña, Isabel Díaz
Ayuso se pasó por Collado Villalba para dar un mitin arropada por alcaldes del Partido
Popular de la zona. El marco elegido era la zona noble del pueblo, cuyo máximo
exponente es el Parque Peñalba. El discurso de Ayuso vino siendo lo que ya
todos más o menos sabemos, vender a su partido como el garante de las
libertades frente al intervencionismo de la izquierda con Podemos y su modelo
comunista como máximo exponente. En este acto Isabel Díaz Ayuso recibió algún
que otro abucheo y se trató de boicotear el acto, aunque todo quedó en un
conato que produjo un cierto efecto boomerang.
Y así nos plantamos en el martes, el día que ha sido más
interesante hasta ahora. Mientras algunos partidos aún no han pisado el
acelerador y se limitan al reparto de propaganda en mano en el mercadillo
(PSOE), otros como Ciudadanos intentaban remendar sus maltrechos carteles de
los tablones, una misión que parecía resultarles casi tan difícil como
recomponer el partido o al menos eso me pareció al ver a dos concejales, la
pareja de uno y un alto cargo de la ejecutiva luchando grapadora en mano.
Pero el acto estrella iba a ser el de Vox, que nos traía a
Ortega Smith. Un primer espada digno de la gran Plaza de los Belgas. La
tarde se prometía interesante, pues está claro que Vox levanta pasiones encontradas
allá donde va. Y eso que desde Podemos se ha instado a sus simpatizantes a que
no vayan a boicotear actos de la formación de Abascal para evitar espectáculos
como los de Vallecas que han hecho que el partido de extrema derecha tenga una
mayor presencia mediática en estos momentos decisivos.
Aun así, unos 20 jóvenes anti fascistas se congregaron en la
plaza, que quedó distribuida de la siguiente forma. El pequeño pedestal del
orador se situó en las cercanías de las escaleras que dan acceso al DIA,
mientras que en el lado opuesto situaron una carpa con folletos y demás
material publicitario. Situados a la izquierda del orador, el grupo de
antifascistas convenientemente controlados por aproximadamente una docena de
agentes de la Guardia Civil. Aunque había más en otros puntos de la Plaza, así
como al menos otras tres o cuatro parejas de municipales. Mientras, en el
lateral de los juzgados y en un segundo plano, aguardaban varias unidades de
antidisturbios de la Policía Nacional, tan extraños de ver en estos lugares.
Y alrededor de la plaza una buena cantidad de curiosos
haciendo fotos y grabando videos.
Cuando pasé en un primer momento, el evento no había
comenzado y el sector izquierdo de la plaza se mostraba un tanto revuelto,
aunque sin llegar a dar quebraderos de cabeza más allá de querer aproximarse
más al evento y poder poner su altavoz con música a todo volumen para boicotear
el evento. Sin embargo, la fuerte presencia de la Guardia Civil hizo que la
mayoría tomase una actitud más pasiva y obedeciesen a las Fuerzas del Orden.
Como aquello no arrancaba, decidí continuar con mi paseo,
que al fin y al cabo era para lo que había salido.
Al cabo de unos treinta minutos, volví al lugar con el acto recién
acabado. Por la calle Alonso Pena me cruce con unos veinte simpatizantes de Vox
que volvían a sus casas a pesar de que por allí seguía Ortega Smith satisfaciendo
las demandas de fotos y demás de sus “groupies” cual famous rock star. Allí
quedaban unas 200 personas como mucho, por lo que podríamos decir que el éxito de
la convocatoria fue importante, pero nunca lo que algunos están queriendo hacer
ver por las RRSS y ni falta que hace tal como está la pandemia.
Allí seguían mientras en la otra parte de la plaza los
antifascistas, bastante más calmados que en el pase previo. De vez en cuando se
arrancaban con frases del tipo “Abascal, ponte a trabajar”. Algo más que
chocante dicho por un grupo donde la verdad, pocos parecían estar en situación
de poder exigir, pues no creo que muchos estén dentro del mercado laboral por
su edad. Pero es que, además tampoco parecían alumnos demasiado brillantes y
más después de ver su pancarta en la que
se podía observar como el “Protégete de Vox”, había sido escrito inicialmente
con “J”.
Foto de los contrarios a Vox |
No me quede allí viendo el asunto, pues pensé que ya estaba
todo el pescado vendido. Ya en casa pude ver algún extracto del discurso de
Vox, con su mensaje incendiario y populista que tanto agrada a algunos y
enciende a otros. Y por medio, una gran mayoría que no simpatiza ni con los de
un lado ni con los del otro. Viendo como cada vez se radicalizan más las posturas
y no encuentran garantías a la hora de depositar su voto. Al final, la
sensación que tenemos muchos ciudadanos, es la de que somos unos auténticos “huérfanos”
que desde hace ya bastante tiempo no tenemos la tutela del “bipartidismo” y los
“servicios sociales” de los nuevos partidos nos han dejado tirados empalmando
una crisis tras otra sin dar soluciones y sin ser capaces de llegar al más mínimo
consenso que nos ayude a enfocar el futuro.
P.D.
Pocas horas después de la celebración del acto, se
conoció la defunción del concejal de Vox Mario Martín víctima del Covid 19. Justo
a la finalización del acto del martes, su compañera en el Ayuntamiento tuvo
palabras de recuerdo hacia él sabedora de su grave estado de salud.
Una muerte que llega casi sin haber asimilado la de Maribel García
de Mas Collado Villalba Corazón Villalbino el pasado día 11 de abril. Dos muertes que han sacudido
la vida y la política local y que esperemos sirvan al menos para que nuestros
políticos vean que en la vida las cosas importantes no entienden de colores.
Descansen en paz.
Mario Martin. Foto de La Voz de la Sierra |
Maribel García. Foto de Facebook |
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