Muchos son los que han ignorado desde el minuto uno, que los
gastos corrientes han aumentado pues ha habido que equipar al Ayuntamiento y
sus instalaciones con medidas anticovid. Y todos nos hemos vuelto unos grandes
observadores de la calle. Si, esa calle que casi no deberíamos pisar, pero que
es irremediable hacerlo para poder continuar con nuestros quehaceres
cotidianos.
Así, ha habido una obra en los últimos meses que nos ha
despertado curiosidad a la par que nos ha dejado perplejos por cómo se ha ido
desarrollando. Y es que pese a ser una obra menor que no recuerdo cuando empezó
a ejecutarse, creo que fue allá por el mes de noviembre o incluso antes, y está
aún inconclusa ha concluido hace poco más de una semana.
Se trata de la obra del cambio de ubicación del semáforo de
la parada de bus del Zoco.
¿Era necesaria esa obra y cuál era su fin? Pues es de
suponer que si lo sería, porque ponerse a mover el semáforo por capricho cuando
lleva allí desde que uno lo recuerda, pues como que carece de sentido. Y el
motivo es de suponer que irá relacionado con el nuevo Supermercado BM en la parcela colindante con el Zoco.
La obra comenzó con la ubicación de un nuevo paso de
peatones casi a bocajarro según sale uno de la rotonda de la Calle Real con la
Av. Juan Carlos I. Ese primer paso se señalizó durante unos días con señales
luminosas en el puente para así evitar sustos mayores a los vehículos que
bajaban del mismo y proteger a los operarios de la obra.
Un tiempo más tarde se quitaba el semáforo de su antigua
ubicación junto a la parada del bus para trasladarlo donde el citado
anteriormente paso de peatones. Este cambio me dio un buen susto, pues un día
por la mañana al hacer un “stop de conciencia” al pararme junto a un bus que
había llegado justo por delante de mí por si algún pasajero cruzaba sin poder
ver ni ser visto, no veía al citado semáforo para reanudar la marcha. Pensé que
me había pasado y estaba parado debajo del mismo, pero por más que miraba y
miraba, no lo encontraba. También es preciso decir que antes de las 6:00AM los
reflejos no están en su mejor momento. Solo respire tranquilo al volver al
mediodía y ver que no existía ya tal semáforo en esa ubicación.
Por el camino, zanja va, zanja viene. Corte se barandilla y
mil perrerías más que iban alargando una, en principio, “obra sencilla”. Cierto
es que llegaron las lluvias y las fiestas y que el mes de enero por momentos ha
parecido apocalíptico. Pero es que tardaron más de una semana en asfaltar un
tramo de aproximadamente 80m. Y mientras, cada vez que volvíamos del trabajo a
nuestros domicilios, aventura para saber por dónde demonios tocaba la excursión
del desvío para evitar la obra. Unos días por la A6, otros me toco ir hasta Los
Valles para retomar camino vía La Masía, Batalla de Bailen, Calle Real y
retomar el tramo de la Juan Carlos I no afectado por la obra. En definitiva, un
despropósito que parecía que nunca iba a acabar una vez que nos metimos en el
nuevo año y Filomena impuso sus condiciones. No se podía asfaltar sobre el
hielo, era evidente, pero el tema es que la obra no concluía.
Parece que la vuelta a una “cierta normalidad” a pesar de
lluvias y vendavales varios, ha posibilitado la circulación sin incidencias por
el tramo. ¿O no?
Y es que ahí es a donde quería llegar. Pues, aunque la
ubicación dista muy pocos metros con respecto a la anterior, creo que se van a
derivar consecuencias en la circulación de la zona.
- Por un lado, el paso de peatones está demasiado cerca de la rotonda, lo que hace que la visibilidad que los coches tienen de los peatones sea mínima, en especial para los que cruzan desde El Zoco hacia la acera contraria. Un peligro más a sumar para el sufrido viandante de nuestro municipio que tiene demasiados puntos negros de esas características.
- Pero de otro lado, si eres conductor, te vas a encontrar con
que si subes desde la Calle Real y quieres hacer un giro a la izquierda en la
citada rotonda, la proximidad del paso de peatones solo permite a un coche o
máximo dos, estar parados frente al paso de peatones, lo que provoca que te
quedes en mitad de la misma si completar el giro y por consiguiente bloqueándola
y congestionando toda la circulación de la zona como bien muestra la foto tomada en un momento que no es ni de lejos una hora punta, sino todo lo contrario.
Rotonda congestionada sin haber casi tráfico
- Y finalmente, hay que añadir el problema que representa que sea un “enclave de prisas”. Y es que antes veíamos cruzar en infinidad de veces a la gente de un lado a otro de la calle al ver que salía un bus en la acera contraria a la que te encontrabas. Ahora al haber llevado el paso de peatones a uno de los extremos, muchos no harán ese peligroso cruce por estar la barandilla por medio, pero otros lo seguirán realizando con salto de valla incluido y aumentando los peligros de un accidente.
La valla que impide pasar directamente de una parada a otra |
Así pues, se avecinan tiempos de estar muy alertas a cómo
evoluciona el tráfico de la zona, especialmente cuando se abra el supermercado,
por si fuese preciso hacer alguna
rectificación de última hora, pero ya saben que nuestro Ayuntamiento no es muy
dado a poner badenes para aminorar la velocidad y, por otro lado, la policía ni
está ni se le espera pues parecen estar muy involucrados en otras luchas con algunos
concejales.
Con respeto a su crónica, le diré que el relato es algo confuso y que no me ha quedado nada claro. Ya iré a verlo en vivo a ver si me aclaro...
ResponderEliminar¿Qué es lo que no le ha quedado claro? Por si lo puedo aclarar algo mas.
ResponderEliminarAdemás falta añadir a este despropósito la entrada y salida del garaje del BM entre las dos paradas de autobús y sin visibilidad...
ResponderEliminarHabrá accidentes y atropellos.