Arrancábamos el segundo trimestre con una noticia que a
algunos pilló por sorpresa pero que otros ya veíamos venir desde tiempo atrás,
la división dentro del seno de C’s en Collado Villalba. Y es que desde el mismo
momento en que se formó el grupo municipal en el Ayuntamiento se vio claro que
en nada se parecía lo prometido a lo ejecutado, por lo que el voto fuera de la
disciplina de partido de su concejala no hacía más que hacer pública la división
dentro de la militancia. Una militancia que no entendía la complacencia de
Julio Henche hacia el PP. Algunos abrieron la puerta a movimientos de mayor
calado, pero a día de hoy todo parece haberse enfriado, pero la división es
clara y no se puede descartar nada.
A mediados del mes de abril llegaba una de las noticias más
positivas del 2016. Tras años en los que no veíamos más que la desaparición de
medios de comunicación, la irrupción de un nuevo periódico comarcal era una
gran noticia y más cuando este llegaba con la calidad de “Aquí en la Sierra”.
Un proyecto que ha nacido para quedarse mucho tiempo entre nosotros y que se
iba antojando como muy necesario tras tanta defunción mediática.
Y volvimos a recuperar un tema recurrente, el de la inseguridad vial de nuestras calles, especialmente el de un punto negro dentro
de una de nuestras principales arterias como es Honorio Lozano, que no para de
dar sustos y que esperemos que no nos dé un titular cualquier día, pero tanto
va el cántaro a la fuente…
Finalizamos abril con una pequeña encuesta sobre las fiestas de San José Obrero. Y es que las fiestas para bien o para mal, suelen dar mucho
que hablar y evidentemente en el blog trato de reflejar el pulso popular hacia
las mismas.
Y ya entrados en el mes de mayo llegó otro momento
nostálgico y es que decidí retomar el análisis de lo que se dio en llamar “la movida villalbina” y así continué con un análisis al que había dejado en
standby desde hacía bastante tiempo. Y es que aquellos años dieron mucho de sí
y mucho de lo que poder hablar. Y seguiremos escribiendo sobre el asunto si
Dios quiere.
Pero como no se puede vivir solo de nostalgia y de vez en
cuando entra un soplo de aire nuevo por la ventana, cumplí con mi compromiso de
contribuir con mi pequeño granito de arena a la difusión de uno de los últimos
proyectos deportivos llegados al municipio. Poco a poco y sin apenas darnos
cuenta, se ha asentado entre nosotros un proyecto más que interesante como el
del Club de Gimnasia Acrobática Andraga.
Y cerraba el primer semestre con una triste noticia, el adiós de un vecino que seguramente sin proponérselo, se había colado en
nuestras casas y nos había hecho parar un segundo y pensar sobre el sitio en el
que vivimos. Su afición se había convertido en una especie de recuperador de la
memoria de todo un pueblo y su rutina de dar los buenos días con fotos que
había ido recopilando de Collado Villalba se nos había hecho casi
imprescindible. Desgraciadamente y como tantas y tantas veces, te das cuenta de
las cosas cuando ya no puedes agradecerlas.
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