Como vengo haciendo en los últimos años, comenzaré con esta
entrada los resúmenes a todo lo que ha ido siendo reflejado en el blog durante
este año 2016 que ya nos abandona.
Comenzaba el año con los últimos resúmenes relativos al año
2015, que tan intenso había resultado por todo aquello de ser año electoral, la
complejidad en la gestión con el nuevo equipo de gobierno en mayoría simple,
etc. Por ello y por la extraordinaria actividad de los últimos días del año,
los resúmenes del tercer y del cuarto trimestre del pasado año, no encontraron
su momento hasta bien entrado el mes de enero.
Un mes de enero que justo en su ecuador nos traía una
noticia, que no por esperada iba a resultar más decepcionante. Llegaba el
primer recibo para aquellos que tenemos los impuestos municipales fraccionados
y pese a la tan cacareada bajada de impuestos anunciada por el equipo de
gobierno debido a la revisión catastral solicitada, nos encontramos con recibos
que traían una subida con respecto al recibo del mismo periodo del año
anterior. Recuerdo aún una memorable metedura de pata de nuestra alcaldesa en
directo en el programa de tarde de Onda Cero diciendo que nadie podía decir que
había habido una subida porque el recibo no se había girado aún, lo que provocó
la llamada inmediata de una oyente comentándole que los que lo fraccionan ya
habían recibido el primer susto.
Ante
esto, la alcaldesa dijo que la regularización se produciría en el último recibo
y ahí veríamos la bajada (quién la haya visto).
Creo que por primera vez en todos los años que llevo
escribiendo el blog, no he realizado ni una entrada en un mes. Esto sucedió en
febrero de este 2016, donde el agotamiento mental, la falta de ideas y otros
proyectos me absorbieron por completo hasta llegar al mes de marzo donde volví
a pillar el tono y aunque más pausado que en otros tiempos, volví a las
actualizaciones.
Fruto de esa pausa, del disfrutar de un poco más de tiempo
libre y de esos paseos y entrenos suaves por la dehesa, pude observar los dañosque unos cuantos irresponsables e incívicos vecinos están causando en uno de
los parajes más queridos por los villalbinos.
Y es que el Ayuntamiento comenzó a plantar una importante
cantidad de árboles en nuestra dehesa en esa época, pero de nada servirá el
esfuerzo realizado si los vecinos no colaboramos mínimamente. Y por desgracia,
son demasiados los que atentan día, si día también contra el buen uso y
mantenimiento de lugares como el Coto de Las Suertes o la Dehesa, tomándoselo
como su sala de juegos y realizando botellones, no respetando las normas de uso
público, destrozando el vallado, etc. En este sentido, creo que la dejadez de
nuestro consistorio está dando cada día más manga ancha a que estos
comportamientos se generalicen.
Y finalice el mes con un tema relacionado en cierto modo con
la entrada anterior. Y es que si los parques muestran una dejadez importante,
lo del monte clama al cielo y la naturaleza avisa, pero cuando ya no puede más,
las consecuencias suelen ser dramáticas y de difícil solución. Este fue el caso
de la plaga de orugas que entre otros lugares, ha machacado literalmente la
zona de El Cerro del Telégrafo. Dicho entorno pertenece al municipio vecino de Moralzarzal,
pero las plagas tienen como principal seña de identidad su rápida expansión y
su difícil control. Y poco a poco vimos como las orugas estaban presentes en
cualquier parque o jardín de nuestra localidad ante la eclosión de los nidos
favorecida este año por la grave sequía que padecíamos por esas fechas.
Habrá que estar atentos al tema, pues este año ha sido
extraordinariamente seco y podría volver a brotar el problema con más fuerza
aún si cabe. Esperemos que a los responsables no les vuelva a pillar nuevamente
el carrito del helado.
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