El fin de semana pasado ha sido de éxito pleno en el deporte español. Con Nadal ganando su quinto Roland Garros, dominio casi total en el motociclismo, Gasol jugando su segunda final consecutiva en la NBA a gran nivel y Alberto Contador liderando la Dauphine Libere con la vista puesta en el Tour de Francia del próximo mes. La verdad es que estos tres deportistas son para que todos nos sintamos orgullosos de compartir país de origen con ellos, ya que a su nivel deportivo hay que sumarle su calidad como personas. Para Gasol y Nadal, el año ha sido especialmente duro por la separación de sus padres, algo que han reconocido, pero de lo que han sabido sobreponerse. En el caso del manacori agravado por los numerosos problemas físicos que ha arrastrado. Contador merece un punto aparte, ya que su vuelta a la competición tras superar el cavernoma es ya algo que roza lo paranormal y que sirve de ejemplo y motivación a todos los que están en esos procesos de rehabilitación tan duros para mostrarles que se puede volver a ser el mismo de antes de una operación tan grave como la que el sufrió.
¿Por qué saco este tema en mi blog? Pues porque este próximo fin de semana se va a llevar a cabo un partido homenaje de baloncesto entre veteranos del Real Madrid y del que fue el Club Baloncesto Collado Villalba. Aquel que milito durante varios años en la ACB y que incluso participo un año en la Copa Korac.
Es una pena que me vaya a perder ese partido, pero el trabajo manda y más en estos tiempos que corren, en los cuales aunque sea mal pagado y con horarios abusivos, todavía uno tiene que dar gracias de no estar engordando la lista del paro.
Y me da pena, porque yo fui de esos jóvenes que paso parte de su infancia y su adolescencia viendo al equipo, siguiendo sus partidos y sus entrenamientos. Ni que decir tiene que algunos de aquellos jugadores se convirtieron en ídolos de la infancia de muchos de nosotros. El mío particularmente fue un americano que solamente paso un par de años entre nosotros, pero que tal vez fueron los años con el equipo más compensado de su existencia.
Aquel jugador se llamaba Lance Berwald y en los últimos tiempos es agente inmobiliario allí en su país. Era un tipo normal, lejos de las excentricidades de las grandes estrellas y de las noches locas que otros compañeros disfrutaban en las discotecas locales o de la capital. Aún recuerdo un partido en el que jugó con un catarrazo importante y apenas podía correr y estaba todo el partido tosiendo en cuanto el partido se paraba. Ni tan siquiera se situaba en la zona para luchar por el rebote de ataque en los tiros libres, pero si aquello fue una lección de responsabilidad, mayor aún lo fue la que ofreció unos años antes en Tenerife, donde jugó partidos a un gran nivel pese a estar moralmente derrotado por la muerte de su hijo de dos meses.
Sin duda jugadores como este son un gran espejo sobre el que poder mirarse los más pequeños tratando de imitarles no solo en la pista sino en los aspectos más humanos. Esos son los grandes deportistas que inculcan grandes valores y deben ser admirados, no otros que son mas mediáticos y que fuera de las pistas de juego son autenticas ovejas descarriadas.
Ojala nuestros políticos tomasen mas ejemplo de los Contadores, Nadales o Berwalds y menos de los CR7. Porque la intervención de nuestro alcalde en la presentación del evento fue para enmarcar. Me quede de una pieza cuando tras recordar lo importante que fue el equipo de la ACB y lo que proyecto la imagen del pueblo fuera de nuestra región, se permitió el lujo de decir que había que aprender de los errores del pasado para no repetirlos, haciendo referencia clara a que aquel fue un proyecto que económicamente no se podía sustentar en un pueblo como Collado Villalba y que los errores de algunos terminaron por dar al traste el sueño que muchos tuvimos. Me resulto curioso que esto lo dijese el señor de la Clásica de Alcobendas, la pista de hielo, el Viajazz y el túnel de Honorio Lozano. Es decir la voz menos autorizada de cuantas pudiésemos buscar para criticar un acontecimiento del pasado del que otro día podríamos hablar largo y tendido para que la gente que no vivió aquellos años supiese como llego el equipo hasta Villalba y sobretodo como murió.
Gran entrada, yo no viví la época de aquel glorioso Villalba (bueno, recuerdo vagamente algún partido con mis 2-3 añitos) y aún no siendo un amante del baloncesto, mi entrada está comprada. Quiero ver el Villalba de la ACB, ese que llevó el nombre de nuestra localidad a Europa con la ya extinta Copa Korak. En fin, que en mi cuerpo se embriaga emoción por tener la oportunidad que en su día no tuve gracias al hoy Basket Villalba.
ResponderEliminarEl Alcalde, debería enorgullercerse de que en su día el pueblo no sólo tuviera un club en la élite, representándonos por España, sino como digo por Europa. Codeándose con los Real Madrid, Barcelona, Epi, Sabonis, Romay, Iturriaga, Villacampa, etc.
#1. Si mal no recuerdo, creo que fue el segundo año de su existencia cuando teniamos a este equipo en 1ªb, otro femenino llamado BP en 1ª femenina y otro equipo de futbol sala no recuerdo si en 1ª o división de honor.
ResponderEliminarEvidentemente mucho arroz para tan poco pollo.
Lo importante es que en aquellos años hubo gente que aprendio a moverse a un nivel alto en lo que a organización de clubs deportivos se refiere y eso ha permitido que aún con la falta de medios e infraestructuras que hoy tenemos, haya clubs en Villalba que hacen bastante bien las cosas.
Lamentablemente hubo otros muchos que se aprovecharon y hasta metieron mano en la caja.