Cultura de pobres

Este fin de semana se celebrará una edición más del Viajazz, el festival del que tanto se ha hablado y escrito a lo largo de sus años de vida.

Está claro que en sus “años gloriosos” era el mayor evento cultural de cuantos se celebraban en el municipio y alrededores. Hoy en día y aun venido muy a menos, hasta el punto de que este año ha sido rebautizado de forma extraoficial como “Falete jazz” o “Pantojazz” por el perfil folklórico de los artistas invitados este año, sigue siendo el más importante de los eventos culturales que se celebran en el pueblo.

Sin embargo, existen más expresiones culturales menos conocidas, pero que son más universales y que merecen la pena ser tenidas en cuenta. Y es que con el mes de junio se acaba el curso académico y de forma pareja los cursos que el ayuntamiento oferta a través de la Casa de la Cultura. Así los alumnos de sus distintos cursos han ido exponiendo o expondrán sus trabajos en la sala destinada a tal efecto.

La semana pasada eran los alumnos del curso de dibujo y pintura, mientras que esta semana están a la vista del público distintas manualidades que abarcan incluso algo que parecía casi perdido como el corte y confección, tan importante para algunas madres que pudieron de esta manera vestir a sus familias con poco dinero y que el imperio Zara y la invasión del low cost chino ha provocado que deje de ser rentable.

En la próxima semana será el turno de los alumnos del curso de fotografía y los de bailes de salón entre otros los que mostrarán sus trabajos. Unos trabajos que se vienen desarrollando en unas instalaciones vetustas y pobremente equipadas y en las cuales el Ayuntamiento no parece dispuesto a invertir en los próximos años sino más bien al contrario, reducir costes y si es posible sacar un dinerillo vía privatización o masificación de las distintas aulas o talleres, algo que como he dicho es de locos, ya que el ratio profesor alumno tal vez sea bajo, pero en con esas instalaciones no se puede querer meter más gente, salvo que las clases de baile pasen a ser exclusivamente de chotis o los alumnos de fotografía entren por turnos y saquen fotos de primeros planos. No se puede querer que haya más alumnos que metros cuadrados el aula, fíjense que me estoy refiriendo únicamente a aspectos físicos, no a la disminución de la calidad de la enseñanza, etc.

Una vez mas Villalba nos ofrece el contraste entre su quiero y el puedo.