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lunes, 29 de marzo de 2021

El Rio Guadarrama

Puente el Herreño
A pesar de los años que llevo escribiendo en el blog y pese a que alguna vez ha sido protagonista de alguna de mis “Crónicas”, creo que a día de hoy no le he dado el protagonismo que se merece a uno de los protagonistas de nuestro pueblo, El Rio Guadarrama.

Como todos sabréis, es un afluente del Tajo y su nombre se lo debe a los árabes y su significado vendría a ser algo así como rio del arenal.

Su nacimiento se encuentra en torno a los 1900m de altitud en Siete Picos, dentro del municipio de Cercedilla. Y desemboca tras casi 132km de recorrido dentro de la provincia de Toledo a una altura de unos 500m. Por el camino recibe al Aulencia como principal afluente, aunque son muchos los arroyos que le otorgan caudal a lo largo de su trayecto.

¿Por qué el rio ha sido y sigue siendo muy importante en el municipio?

Pues muy sencillo. Como es lógico, fue uno de los factores para que se diese un asentamiento poblacional. Ya el hombre primitivo buscaba los márgenes de los ríos para poder establecer sus asentamientos, por lo que resultaría menos probable que nuestros antepasados se hubiesen asentado en este lugar si el rio no existiese.

Y, por otro lado, el que el rio atraviese el corazón del Barrio de la Estación ha condicionado todo su desarrollo a lo largo de su historia, especialmente en los últimos años. La zona que ahora ocupa El Gorronal y buena parte del P29, es lo que antiguamente se llamaba “La Huerta” y no dejaba de ser la llanura de inundación del rio.

Es por ello, que desde que el rio entra por el Puente el Herreño tras bajar desde Guadarrama y tocar tierras San Lorentinas, hasta que abandona nuestro municipio por el Coto de las Suertes hasta desembocar en el Embalse de las Nieves, el Rio es protagonista a lo lardo de casi 2km de nuestro municipio. Unas veces silencioso y otras bravo y esplendoroso.

El Rio antes de franquear el Puente El Herreño


Como he dicho, el rio llega al municipio villalbino tras abandonar el término municipal de San Lorenzo de El Escorial y atravesar el Puente El Herreño, zona donde convergen los municipios de Galapagar, San Lorenzo, Alpedrete y Villalba. A partir de ese punto el rio fluye por nuestro municipio, primero en estado casi natural atravesando nuestro querido parque de Romacalderas, hasta que al abandonarlo entra en el casco urbano y poco más tarde pasa a estar encauzado por la canalización artificial. La canalización del rio, es sin duda alguna “la gran obra” de Collado Villalba y uno de los factores que hacen que el pueblo empiece a convertirse en ciudad. Está claro que, junto con la llegada del agua corriente y la electricidad, supone el salto de pueblo a ciudad, con permiso de la A6 y la estación de ferrocarril.

Antes de la canalización, el rio corría flanqueado por verdes extensiones que escondían una buena cantidad de ortigas y otros obstáculos donde poder caer los chavales que correteábamos por la zona. En el lugar que hoy ocupa el Parque de las Bombas, era habitual que las mujeres bajaran al rio a lavar la ropa y la dejasen extendida en el verde para que se secara. Una escena típica de película de Almodóvar que casi no recuerdo, pero si recuerdo bien la vegetación y los pasos de piedra en piedra para cruzar el rio o el Arroyo de la Poveda.

Las Bombas antes de la canalización

La canalización nos quitó todo eso que hoy suena más bonito de lo que en realidad era. A cambio, eliminó los peligros de desbordamientos e inundaciones, así como la disminución de plagas, en especial la de las ratas y otras muchas de insectos, en especial mosquitos . Se ganó mucho en seguridad e higiene, a pesar del aspecto que muchas veces presenta el rio por la falta de limpieza por parte de la Confederación Hidrográfica del Tajo y del comportamiento incívico de algunos que lo convierten en el vertedero del pueblo arrojando colchones, carros de la compra y cualquier otro mobiliario.

La obra de canalización se llevó a cabo en los primeros años ochenta bajo el mandato de Carlos Julio López Jiménez en la primera legislatura democrática y fue una obra costosa, larga y compleja. Fue ejecutada por la empresa LAING y durante su ejecución se tuvieron que tirar unos cuantos barrenos en zonas muy cercanas a grandes edificios como en la zona del Parque de Las Bombas. Recuerdo el sonido de las sirenas de aviso y la posterior detonación. En una ocasión me pilló en un cuarto piso al ir a buscar a un amigo para jugar y note perfectamente la oscilación del edificio tras la explosión, una situación que os aseguro que llegaba a producir algo de miedo incluso para un niño que no es consciente de la magnitud de los peligros.

Ya camino del Embalse de las Nieves

Así pues, podemos hablar de un rio Guadarrama antes y después de la canalización. Un rio que ante las grandes lluvias se desbordaba e inundaba lo que pillaba a su paso, en especial en sus márgenes cercanos a la zona de La Huerta y el rio tal como lo conocemos ahora, metido entre muros de hormigón. Esta obra también tiene una importancia capital en la gestión de los trasvases de agua entre embalses que realiza el Canal de Isabel II y que gracias a ellos han permitido salvar años de sequias severas sin restricciones a pesar del incremento poblacional de la Villa y Corte de Madrid. Que allá por los ochenta, cuando pillabas un verano seco, no era extraño el que llegasen cortes de agua en algunos momentos del día o la prohibición del llenado de piscinas o riego de jardines. Uno de los más grandes avances del progreso que valoramos muy poco, pues la memoria nos traiciona y nos hace creer que el abrir el grifo y que haya agua ha sido siempre así.

Y es que una de las características de nuestro rio, es que puede pasar de llevar un gran caudal en las épocas de lluvia, a prácticamente secarse en el verano dando imágenes de gran contraste.

Pero, así como el rio es parte esencial en el desarrollo del pueblo, también constituye una barrera física para su crecimiento y había que buscar alternativas para su paso más allá del paso principal que era el puente de la Calle Real. Poco a poco se fueron construyendo varios puentes para facilitar el paso en varios puntos y evitar así el colapso total del centro.

Es difícil hacer un repaso cronológico a la construcción de los citados puentes, aunque estoy seguro de que Enrique García Herreros o algún otro historiador de la zona podrá fecharlos con más exactitud.


Pasarela de acceso a la zona del P29


Los más antiguos fueron los que se construyeron casi a ambos extremos del municipio. Por un lado, el que da acceso al Polígono P29 junto a la entrada a Romacalderas, así como el que le da salida a la canalización casi a la altura de Las Suertes. El de la zona de la Hidroeléctrica también debe datar por esas mismas fechas, las comprendidas entre los años 80-85.

Ampliación puente Calle Real
Por aquellas fechas ya existían a su vez, dos pasarelas peatonales. La que unía El Gorronal con Parque Sierra y la que unía la explanada de Los Belgas con los bloques de El Pontón. Esta segunda tiene más historia, pues años después de la canalización, cuando se acomete otro de los grandes cambios del municipio como fue el ampliar la calzada de la Calle Real y sacar un tercer carril, para lo cual fue preciso ensanchar el puente y de esta forma, la pasarela que iba paralela al mismo, es desplazada rio abajo hasta la ubicación que hoy le conocemos. Una obra con resultados visuales modestos, pero compleja, aunque de gran utilidad.

Con la creación de El Parque de las Bombas, se crea una nueva pasarela peatonal que enlaza los dos márgenes del rio y sus dos zonas recreativas diferenciadas.

Unos años antes y con la canalización, se llevó a cabo otro importante puente, el paralelo al de la Calle Real y que casi coincide con la desembocadura del Arroyo de la Poveda sobre nuestro municipio.

Unos años después se construyó el último puente, el que enlaza Los Belgas con la zona de la nueva comisaría. Un puente sin excesivo tráfico, pero que evita la presencia de más coches en otros puntos ya saturados.

Puente de la RENFE (antes y después de la canalización)

Seguramente muchos de vosotros no habréis parado a pensar en la cantidad de puentes construidos en los últimos 50-60 años, pero está claro que han cambiado la morfología de nuestro municipio y su día a día. ¿Os habéis parado a pensar como sería Villalba si no se hubiesen construido y solo estuviese el vetusto puente de la Calle Real? Y más aún, ¿sois capaces de imaginar Collado Villalba sin la canalización del rio?

Difícil ejercicio para la imaginación, ¿verdad?

Os dejo un audio de Cadena Ser Sierra en el que se habla un poco de este tema y con un video con unas cuantas imágenes.

 


              

P.D. Quiero agradecer el material cedido a Juan Jaramillo, Orgullo Villalbino, Luis de la Calle (Cadena Ser Sierra) y Mónica Alcoba.







martes, 23 de marzo de 2021

Suelo resbaladizo


Si se acuerdan, a principios del pasado mes de febrero dedique una entrada a la evolución del Covid en nuestro municipio en los meses de diciembre y enero.

En ese momento Villalba estaba viviendo un momento crítico, un momento en el que estábamos en la cresta de la tercera ola y estábamos rompiendo todos los registros por culpa de la cepa británica que se cebaba con nosotros. De hecho, hace unos días confirmaban la noticia de que el 100% de los casos son de este tipo de cepa que se ha demostrado mucho más contagiosa que la de la primera ola.

En ese momento me sentía un tanto defraudado y contrariado al ver como nuestra dinámica estaba “desalineada” con respecto a la del resto de la Comunidad de Madrid y las variaciones en las restricciones siempre nos pillaban a contrapié.

Como dije, se corría el peligro de que cuando bajásemos esa cifra de cuatro dígitos todo nos pareciese bonito y maravilloso. Y es que, tras un brusco descenso, llevamos tres semanas estancados “haciendo suelo” en la gráfica. El problema es que este suelo lo hemos fijado en los entornos de los 300 casos, lo que en otros países es una barbaridad que implica restricciones que llegan incluso al confinamiento domiciliario. Está claro que la Comunidad de Madrid no camina por esos senderos, como tan claro es que nuestra economía no puede permitirse algo así después de un año de pandemia. Y además estamos en medio de una campaña electoral a cara de perro.

Sin embargo, está claro que haber fijado el suelo en un nivel tan alto nos hace caminar en el alambre incluso con los baremos con los que trabaja nuestra Comunidad Autónoma, así que no sería de extrañar la vuelta al encierro en semanas venideras. Si nos fijamos en la tabla adjunta, podemos ver como el descenso en el municipio es mínimo e incluso en las Zonas Básicas de Salud de Guadarrama y Villalba Estación empieza a haber un repunte leve al que hay que prestar atención, pues otros pueblos lo marcan ya más acentuado y todo parece indicar que podemos tener sorpresas desagradables a la vuelta de Semana Santa.


Ayer me sorprendió como un tertuliano del programa de Onda Cero Sierra de la tarde decía que estábamos con buenas cifras y que para volver a ver lo de febrero habría que hacer barbaridades. No comparto su punto de vista, pues el efecto de la vacunación es aún residual (y este parece que será el factor clave para alcanzar una cierta normalidad) y los contagios se reproducen de forma geométrica y no aritmética. Sí que es cierto que el buen tiempo hará que enfermen menos o que las patologías no se vean agravadas con el virus, pero a cambio no tendremos una Filomena que nos mantenga en casa y por el contrario el buen tiempo y los días festivos incitaran a la salida y a la relajación de las medidas Covid, en definitiva a bajar la guardia.

Ojalá me equivoque, pero hasta ahora poco he errado en anteriores análisis. Recuerden que mientras en las noticias nos vendían que los hoteles se preparaban para la Semana Santa yo dije que estaba perdida y que, en cuanto a las fiestas, las de San Antonio también las daba por perdidas y que las de Santiago solo las daba opción en un formato light. Pues bien, a día de hoy veo la apuesta y la doblo.

¿Salvar el verano? Pues vamos a ver, pero creo que todo pasa por mantener bastante el chip del año pasado y olvidarnos de lo de años anteriores a la pandemia.

domingo, 14 de marzo de 2021

En sus marcas, listos, go...

Por el título de la entrada, podrían pensar que por mi afición al atletismo le iba a dedicar una entrada a la fantástica actuación de la atleta gurriata Lucia Rodríguez en el pasado Campeonato de Europa de pista cubierta que se celebró en Torun. Y es que en su debut con la internacional absoluta y pese a que algunos vieron polémica en su elección para representar a la selección, ya que se quedó en casa una atleta con mejor marca, Lucía cumplió con creces y se metió en la final con la 5ª mejor marca española de todos los tiempos y ahora pone el objetivo en lo que sería un auténtico bombazo, la clasificación para los JJOO de Tokio. Algo difícil, pero un bonito sueño al que no hay que renunciar de salida.

Pero no, el titulo va referido a la carrera electoral que ya ha comenzado. Y no me refiero al tsunami desatado este miércoles con la dimisión de Díaz Ayuso y/o moción de censura de PSOE y Mas Madrid. Me refería a la noticia que saltó a principios de semana con la ruptura de la concejala Diana Barrantes con la formación por la que se presentó y representaba en nuestro Ayuntamiento, “Vecinos por Collado Villalba”.

Lo cierto es que esto no representa gran cosa en sí misma,pues como ya comenté hace tiempo, el divorcio de Diana Barrantes con el electorado ya se produjo en el mismo momento en que decidió formar parte del equipo de gobierno y abandonar la oposición. Que ahora se escenifique una ruptura con el partido es algo casi anecdótico, pues de aquel no quedan ya ni las cenizas. A duras penas tres o cuatro afiliados con sus familiares y amigos.

Pero claro, como quien no quiere la cosa y con la pandemia, nos hemos comido ya media legislatura y hay que empezar a preparar la siguiente cita electoral y más viendo cómo está el tinglado. Eso si, la incertidumbre es máxima ahora mismo con semejante paisaje y con la inestabilidad de toda la política, desde la local a la nacional.

Un PP con Pablo Casado a la deriva cual naufrago que no para de ver vías de agua en su embarcación más un C’s en proceso de casi descomposición unido a un Vox pujante, pero al que una gran cantidad de gente no quiere ver tocar poder, parece insuficiente para aunar fuerzas en las derechas.

Mientras, en el bando contrario las cosas están mejor, pero tampoco para tirar cohetes, pues la división de Podemos debilita a los morados y el gobierno de coalición nunca ha dado sensación de unidad. Más bien parecen los típicos enemigos que se ven obligados a dormir juntos y están con el cuchillo bajo el colchón y con un ojo abierto y otro cerrado. Ni hace falta recordar las declaraciones de Pedro Sánchez de que él no dormiría tranquilo con Podemos en el Gobierno, pues las declaraciones de unos y otros, día sí y día también, nos lo dejan bien claro. Así que imagínense el ambientito de fiesta que vamos a tener conforme avance la legislatura y haya que ir tomando posiciones.

Pero, ¿todo esto en que se traduce en la política local?


Alberto Sánchez
El primer paso para posicionarse de cara al futuro lo dio hace un año Diana Barrantes, que pactó con el PP en contra de lo que llevaba en el programa electoral de su partido, que nunca planteó un gobierno en coalición ni con derechas ni con izquierdas. Evidentemente, es de esperar que, en las próximas listas del PP, haya un “pago” en especie a Barrantes incluyéndola en sus listas. Algo que como han comentado por ahí, no deja de ser un “déjà vu” de lo sucedido con ADEI y Alberto Sánchez.

Y el caso Barrantes promete darnos todavía algunas tardes más que interesantes, pues ha sido expulsada del partido (que al final ha sido el gran perjudicado) pero al parecer, Diana se ha hecho con el control de las RRSS del mismo, lo que, en un partido tan pequeño significa tirar por la borda el trabajo de estos años. Me parece de especial gravedad la acusación efectuada por Vecinos diciendo que el comunicado de la expulsión de Barrantes ha sido manipulado.

Pero el terremoto de lo acontecido en la CAM en esta semana, también hace presuponer en un batacazo histórico en el caso de C’s, el partido que ha sido aliado natural del PP ya no solo en esta legislatura, sino en la anterior. Así que es de suponer que conforme avance la legislatura, los naranjas coqueteen con el “cambio de equipo”, pues ya empieza a haber sondeos que dan por hecho la desaparición de C’s en los próximos comicios. Resulta increíble mirando hacia atrás, que un partido que emergió con serias opciones de gobernar, acabé su singladura en poco más de una década. ¿Tendrán acomodo los actuales concejales de C’s en una futura lista del PP? Permítanme que lo dude, pues incluso el PP tiene una situación muy comprometida para repetir la representación obtenida hace dos años aún con la desaparición de los naranjas. A lo sumo podrán encontrar sitio un par de ellos y gracias. Los otros dos de relleno si acaso.

Y es que el grano en el culo que resultó ser VOX, ya alcanza proporciones de forúnculo. Y es que, si tratar de ocupar el espacio del centro se ha comprobado que es una tarea difícil y complicada, el ganar poder por los extremos no parece tener aún los limites definidos. Es un poder sin capacidad ejecutiva directa, pero al final se están convirtiendo en los jueces de la partida.

¿Y por el lado de las izquierdas?

Alejandro Mata. 
Pues será interesante el conocer lo que suceda con Podemos en las próximas citas electorales y ver si consiguen arañar parte de la tarta gracias a su labor en el gobierno central y su posicionamiento en temas tan importantes como la gestión de la pandemia.

La división en la izquierda es más que patente, basta con ver las discrepancias entre Sánchez e Iglesias día si, día también. Unas discrepancias que con el paso del tiempo y conforme se acerquen las citas electorales se harán más patentes. Y por supuesto, en el caso de Villalba no será menos y basta con recordar que de las primarias de Podemos surgieron tres partidos, dos de ellos con representación en el consistorio y unas primarias que todavía colean por los juzgados tras haber dado la razón a la parte demandante que encabezaba Alejandro Mata y que dejaba en mal lugar la tan famosa transparencia institucional de la formación morada. 

Y en caso del PSOE, tendríamos que fiarlo todo al sanchismo toda vez que no parece que haya regresado aún la química entre la militancia y los simpatizantes con la agrupación local. Recordemos el divorcio que hubo en la familia socialista a raíz de sus primarias y como acabó todo ello.

Diana Barrantes, concejala transfuga
Así que una vez analizadas las opciones que existen actualmente, solo quedarían los “Mas”. En el caso de “Mas Madrid Collado Villalba”, le veo como una opción muy limitada y que obtuvo representación en parte por Errejón y en parte por la posible confusión con las siglas y demás. Me pareció una sorpresa en su momento y me sorprendería nuevamente una posible reelección.

Y si nos vamos a “Mas Collado Villalba”, el liderazgo de Cristina Toral es incuestionable, si bien no parece que la numero dos de la lista goce de tantos afectos incluso dentro de la formación. Por otro lado, el tono “bronco” de una gran cantidad de las intervenciones de Cristina, puede resultar contraproducente para llegar a nuevo electorado. Podrían ser los grandes beneficiados del caladero de pesca de votos que va a surgir con las crisis de C’s y Vecinos, sin embargo, a día de hoy me parece que tienen mucho camino que andar para llegar a ese objetivo.

Como ven, los “Trials” para lograr la clasificación en las listas de los distintos partidos han comenzado. Tal vez por eso hay ministros que han decidido hacerse con una cinta para correr y ponerse en forma. ¿Dispondrán nuestros concejales de privilegios similares?

domingo, 7 de marzo de 2021

Tradiciones y La Tragamillas

Cartel 1ª edición de La Tragamillas
 Ya he comentado en más de una ocasión, que Collado Villalba es un pueblo sin “Historia” con mayúsculas y que a duras penas conserva un poco de “su historia”.

El caso, es que la falta de un patrimonio histórico interesante, pues hay que reconocer que la Fuente del Caño Viejo solo tiene interés para los aborígenes, sumado a una arquitectura caótica y vulgar, hacen que nuestro pueblo no resulte especialmente atractivo al visitante.

Así que sin historia y sin patrimonio, nos quedarían las tradiciones y costumbres del lugar, de las que bien pocas se conservan y gracias la mayoría de las ocasiones a románticos como la Cofradía de San Blas.

Así pues, a lo largo de los últimos años, a las fiestas patronales se han ido tratando de sumar nuevas iniciativas que fomentasen el interés en nuestro municipio. Y las ha habido de muchos tipos, pero la mayoría de ellas han ido pereciendo o tienen una repercusión muy limitada.

En el plano cultural, tuvimos los intentos de Viacelta (Festival de música celta) de corto recorrido por lo marginal del estilo de música y la posterior competencia de su hermano mayor Viajazz, que a pesar de su nombre envolvía a un espectro musical mayor y que murió víctima de su excesiva grandeza. Algo insostenible para un municipio como este y que saltó por los aires con los cachés de grandes estrellas como Brian Wilson y especialmente Bob Dylan y Sir Elton John.


Elton John, máximo exponente del despilfarro del Viajazz

En el plano deportivo, tuvimos la famosa experiencia del Club Baloncesto Collado Villalba y su singladura por la ACB, que fue muy bonita mientras duró, pero que solo era viable por el empuje del BBVA y que en cuanto este dejó el patrocinio resultó imposible de reconducir. Hubo otras experiencias menores con clubes de baloncesto femenino, futbol sala… Pero nuevamente, una pequeña ciudad no puede dar cobijo a esos proyectos sin el apoyo privado y más con el déficit de instalaciones que presenta Collado Villalba.

También en el plano deportivo, tuvimos durante unos años la presencia de la Clásica de Alcobendas. Una prueba ciclista que iba vinculada a la Vuelta Ciclista a España, pues el organizador era el mismo, Unipublic. La historia a groso modo era que, Villalba colaboraba en el mantenimiento de la prueba menor y a cambio tenia garantizadas una serie de presencias en la “Gran Ronda” Un nuevo despropósito económico insostenible para las arcas municipales que incumplían sistemáticamente sus presupuestos anuales a pesar de la enajenación de terrenos públicos.



En el ámbito cultural y social, uno de los últimos grandes intentos ha sido el de la procesión de Semana Santa del Cristo del Camino. Una propuesta que venía a tapar un hueco, pues nuestro pueblo carecía de pasos religiosos hasta hace bien poco, pero que difícilmente podía competir con otras Semanas Santas más asentadas por la zona como la de San Lorenzo de El Escorial o Galapagar.

Luego han ido surgiendo una serie de eventos que arrancaron con un cierto interés y que poco a poco se han ido diluyendo en la mayoría de los casos, como el mercado “goyesco-medieval”, la ruta de la tapa, la feria de la cerveza, etc. Cosas que en otros lugares han funcionado y siguen funcionando muy bien, pero que por unas cosas u otras en nuestro municipio no han cuajado.



Una de las pocas cosas que surgieron en los últimos años y que si ha conseguido echar raíces ha sido
La Tragamillas, que precisamente en el día de hoy debería haber celebrado su 15ª edición. Surgió como un proyecto modesto en el que pocos dentro del pueblo apostaron por él. Y en el que incluso sus principales promotores en un principio nunca pensaron que podrían llegar a meter los 800 corredores previstos para su primera edición. Una organización totalmente amateur y sin casi experiencia en la organización de nada ni medio parecido y en un mundo en el que Internet empezaba a tomar importancia mientras ellos seguían tomando comandas apuntando palotes con su lapicero sobre una agenda de bolsillo.

Javi y Jose, los culpables de todo esto

Pero las cosas con ilusión y esfuerzo salen reforzadas y ganan adeptos, como fue en el caso de este evento. Así al año siguiente la estructura organizativa se reforzó y consiguió tapar esas lagunas a la par que explotaba las virtudes que consiguieron que fuese un éxito, en especial el movimiento del voluntariado que tanto anima y da soporte a esta carrera. De esta manera, la carrera conseguía una organización que poco tenía que envidiar a las de las carreras organizadas por empresas profesionales y por el contrario gozaba de apoyo y respaldo de casi todo el pueblo, como las modestas carreras organizadas por clubes deportivos.

Una combinación que hasta ahora ha sido un éxito. Un éxito con altos y bajos, pero que ha logrado sobrevivir ya a dos crisis sin que su calidad se haya visto mermada y dando un resultado que está muy por encima de algunas pruebas con más solera o incluso de otras organizadas en municipios más potentes económicamente, con menos hándicaps o incluso buena parte de las pruebas similares de capitales de provincia.

Hay otros eventos deportivos en Collado Villalba que tal vez gocen de un mayor nivel deportivo dentro de su disciplina, pero la conexión del evento con el municipio es a día de hoy única. Gracias en gran medida a ser un evento popular y a que toma sus calles.

Lamentablemente Mariola no podrá hacer el disparo de salida de la Tragamillas 2021 y sufriremos un parón en la organización del evento. Un parón que esperemos que no vaya más allá de uno o dos años, pero que se ve amenazado por los “imponderables” que separan la antigua de la “nueva normalidad”.

Edición impresa "El Mundo"
Sin embargo y pese a que todo va a ir muy condicionado a la evolución de la crisis sanitaria, no quiero quedarme con el duelo de haber perdido esta edición de La Tragamillas, quiero quedarme con el detalle de que a lo largo de esta semana no han parado de sucederse mensajes y referencia a ella en las distintas RRSS. Incluso he tenido la percepción de mas alusiones a La Tragamillas que a las fiestas patronales o incluso a la cabalgata de reyes.

Y todo ello significa que hay un compromiso del pueblo y los vecinos con La Tragamillas y eso tiene que ser el primer ladrillo sobre el que se cimienten las futuras ediciones de uno de los pocos eventos que han llegado y se han quedado, uno de los pocos eventos “Marca Collado Villalba”.