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domingo, 31 de mayo de 2020

Obras son amores...

La imagen que ilustra el comienzo de esta entrada bien pudiera ser el resultado de un encuentro deportivo, de rugby por ejemplo. ¿Buena paliza no?

Pero no, no se trata del resultado de ningún evento deportivo, pero si del resultado de una evidencia más humillante aún. Es el número de mascarillas higiénicas entregadas a cada familia por cada uno de estos municipios.

Está claro que las arcas de uno y otro pueblo son bien distintas, no tanto sus impuestos, pues a la hora de pasar por caja parecemos vecinos de La Moraleja o La Finca. Pero el otro día me paso una cosa curiosa en un hipermercado de “la otra localidad”. Una joven adolescente le decía a su amiga que no entendía que la gente comprase mascarillas si las daban gratis. Y me tuve que contener un “qué suerte hija”.

Esto no es más que un ejemplo después de ver el otro día como Torrejón de Ardoz se disponía a hacer test PCR gratuitos a todos sus vecinos. Nuevamente estamos ante otro “municipio potente” como ya demostraron las pasadas Navidades y por tanto no es de justicia equiparar las acciones de uno y otro consistorio.

Sin embargo, otro día he visto como la pequeña mancomunidad de Boalo, Cerceda y Mataelpino habían puesto a disposición de sus comerciantes la realización de pruebas PCR a todos sus comerciantes a un precio reducido para poder reiniciar su actividad con seguridad tanto para ellos como para sus clientes. Aquí ya no hablamos de un Ayuntamiento poderoso, sino de uno bastante mas modesto que el nuestro.

Y ante todo esto, ¿qué podemos decir que ha hecho nuestro Ayuntamiento?

Pues más bien poco, unas pocas fotos de la alcaldesa ¿haciendo la compra…? en alguna tienda del P29 en señal de apoyo al pequeño comercio y alguna publicación de que tienen no sé cuántos planes para reactivar la economía y el comercio de nuestro pueblo. Pero señoras y señores, “obras son amores…”

Particularmente no he visto ni he notado nada. Mucho hablar de partidas presupuestarias pero sin especificar en qué, como y cuando se van a gastar.

Aunque el virus no se ha ido, atrás ha quedado el momento del “hiperconfinamiento institucional” y toca el dar la cara (con mascarillas eso sí). Como vecino, he echado en falta tener un Ayuntamiento “más cercano” al ciudadano en estos momentos difíciles. Con mayor capacidad de reacción.

He visto como las RRSS de la policía de otros municipios subían información de interés general sobre el uso de mascarillas, las fases de desescalada, movilidad, etc. Sin embargo, aquí empiezan por no tener ese perfil oficial que de esa información tan básica o que sirviese de acceso al ciudadano a modo de buzón de sugerencias o quejas en cosas como el control de aforo o ahora la falta de distanciamiento social en terrazas, etc.

No hemos visto tomar medidas que nos hayan facilitado la vida en estas circunstancias tan particulares. Por ejemplo, durante los primeros días de la famosa fase 0.5, tras ver la Dehesa a rebosar, pensé en que ya que no podíamos cerrar ese espacio por falta de alternativas para poder pasear o hacer deporte, ¿por qué no se valoró el que se circulase en un solo sentido evitando el cruzarse unos con otros? No era algo difícil de ejecutar y habría aumentado la seguridad de todos nosotros.

No sé, pero yo al menos me he sentido “huérfano institucional” durante lo que llevamos de pandemia y me pregunto ¿cuándo nos va a “adoptar” papá Ayuntamiento? ¿Cuándo van a empezar a verse las medidas que supuestamente piensa tomar? Hasta ahora lo poco que sabemos es que ya toca volverse a rascar el bolsillo para aparcar en zona azul.


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