Uno de los pocos aliados en la lucha. |
Ayer se anunció que el Estado de Alarma Sanitaria se
prolongará otros 15 días más. Algo que no debe pillarnos por sorpresa viendo
los datos estadísticos de cada día y viendo que replicamos la curva italiana
solo que en paralelo por arriba con datos comparables sensiblemente peores.
Antes de que se anunciasen estas medidas drásticas y antes
de que nos estallase en la mismísima cara, el coronavirus era motivo de chistes
y chanzas con los chinos como víctimas de las mismas. Es más, durante los
primeros días del “encierro”, la imaginación de algunos no paraba y era casi
imposible asimilar la gran cantidad de memes y chistes que nos llegaban y
además para postre, todos los días a las 20:00 salíamos a la ventana o la
terraza a aplaudir en un acto de reconocimiento-folklore.
Sacar el “Resistiré” de El Dúo Dinámico como nuevo himno
nacional y todas estas ideas creativas para aliviar el confinamiento
domiciliario están bien, pero están llegando casi agotadas a la segunda semana
del encierro cuando ahora ya sabemos que este se prolongará por lo menos hasta
las cuatro. Y poco a poco vamos cayendo en el pesimismo e incluso en la
depresión en los casos más severos. Ya sabemos que no se dan estadísticas de
suicidios, pero esas también se han tenido que disparar y recordemos que
arrojan cifras tanto y más importantes que los accidentes de tráfico.
Y digo todo esto siendo uno de esos “soldados de segunda
fila” que se ven obligados a batallar todos los días desde mi puesto de trabajo
y vemos como la gente aún no es consciente de lo que nos estamos jugando, de la
entidad del enemigo y de la magnitud de la batalla a librar.
Desde mi experiencia personal, el cierre no está siendo todo
lo efectivo que podría ser por la ambigüedad de ciertas medidas y la falta de
control de las mismas. Se ha dejado a ciertos sectores seguir su actividad a
pesar de que no son tan importantes y podrían estar esos días cerrados. Pero
sobretodo, han dejado “comodines” para poder saltarse la ley sin ser multados.
Dejando a un lado la picaresca mas canalla y la gente cuyo
ADN se asemeja mas al de los primates, caso del cazador de Pokemons, la nieta
que va a visitar a su abuela en el maletero del coche, los runners y riders de
encefalograma plano, hay algunos puntos claramente mal regulados en un Decreto chapuza
que tuvo que ser rectificado casi desde el minuto uno.
Está claro que los perros tienen unas necesidades, pero
salvo en algunos municipios, no se controla el que los dueños no aprovechen
para bajo esa coartada para dar un largo paseo.
¿Son tan imprescindibles las compras de las 2 primeras clientas? |
Ahí pido más comprensión a la gente, para que use los
supermercados con sensatez y no como un parque de atracciones. Valorarlo como
un servicio esencial en el que hay gente que está trabajando muy duramente y en
condiciones precarias en estos momentos. No sabéis lo que supone al cansancio
físico el añadir el emocional de no saber si tú serás el siguiente. Todos
llegamos a casa con la garganta tocada y con ganas de toser y no sabes si el
virus te ha agarrado o solo es consecuencia del resecamiento de boca provocado
por el uso de una mascarilla que encima no te protege de nada. El miedo de
saber que eres un “vector de transmisión” y que puedes estar llevando el virus
a tu casa y provocar lo peor entre tus seres queridos. Vas poniéndole nombre y
cara a muchos casos y te das cuenta de que ya estas casi en primera línea de
fuego y solo dispones de un triste rifle para luchar contra un enemigo con un
AK47 y no te queda otra que cruzar los dedos o rezar.
Y también pido a las autoridades competentes que controlen más
estos lugares. Que controlen el uso que hacen los ciudadanos de los mismos y
sus aforos, pues no es normal lo poco que han bajado el número de operaciones
si de verdad se estuviese cumpliendo con la ley. Que se vigile el espacio en la
colas y accesos y que no entre más gente de la precisa. El tener que tragarte
una cola es la mejor forma de disuadir al cliente ocioso, a ese que se enrolla
con cualquiera y el que consulta a Mari Pili por el móvil si compra yogures de
fresa normales porque los desnatados se han agotado. Ese cliente insolidario
que una vez dentro ya olvida que hay gente en la calle esperando a poder pasar
y exponiéndose a ser víctima del virus.
Tampoco estaría de más que las autoridades se pasasen a
revisar los lugares de trabajo y las áreas comunes y de descanso de estas empresas,
pues está muy bien lo de recomendar el guardar 1.5m de distancia y poner
pegatinas en el suelo y luego que tu personal se hacine en un salón de 40m
cuadrados con tres mesitas para poder desayunar o merendar, pues se han cerrado
todas las alternativas donde poder llevar a cabo el reglamentario y necesario
descanso.
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