Escribo estas líneas a pocas horas de que los fuegos
artificiales pongan punto y final a las Fiestas de San Antonio 2017. Unas
fiestas que sobre el papel, han tenido el programa más pobre que uno recuerde
en los últimos años. Y no seré yo el que defienda desde aquí que se incremente
el gasto en festejos dada la situación económica del pueblo, pues desde este
blog he criticado en varias ocasiones los excesivos gastos en eventos lúdicos
de diversa índole en los que nuestros gobernantes han ido incurriendo.
Esta entrada va más sobre el rumbo que las Fiestas de San
Antonio han ido tomando en los últimos años o sobre la falta de rumbo, pues no
sabe uno muy bien que se adapta mejor a los acontecimientos.
Y es que tal vez sea una percepción mía, pero lo cierto es
que las fiestas de San Antonio cada vez son más las fiestas con las que nos
identificamos los vecinos de Collado Villalba, independientemente de que seamos
del “Pueblo” o la “Estación”. Creo que mucho han tenido que ver el que
afortunadamente aún conserven un pequeño rescoldo de fiestas con sabor a
pueblo, algo que en las de Santiago ya no existe por ningún lado, pues los
eventos principales carecen de la calidad de antaño y la dispersión del
ambiente, la pérdida del espíritu que tenían las peñas allá por los años 80 y
el que el día en que puede disfrutar la mayoría de gente ha quedado relegado al
festival de una minoría mayoritaria, que deja sin opciones a otros muchos
sectores de población que incluso decidimos salir del pueblo ese día en lugar
de tratar de atraer a nuestros conocidos hasta el municipio.
Pero volviendo a San Antonio, ¿qué ha pasado este año para
tener tan pobre programa de fiestas? Bueno, pues lo primero que hay que saber
es que las fiestas salen adelante por el trabajo conjunto del Ayuntamiento y
los Mayordomos que configuran la comisión de festejos (cargos que van rotando y
que tradicionalmente eran mozos de Villalba Pueblo).
Tal vez este carácter rotativo de los mayordomos provoque
que las fiestas no tengan una línea clara. Un año predominan los eventos
deportivos, otro te traen famoseo de casquería… un poco en la línea de lo que
puedan mover los mayordomos de ese año. Otras voces cargan contra la cada vez
mayor influencia de la gente del Barrio de la Estación desde que se abriese el
tema de los mayordomos y dejase de ser exclusivo de la gente de Villalba Pueblo
de toda la vida, lo que habría bajado el grado de implicación de estos en la
organización de las fiestas.
Sea como sea, lo cierto es que las fiestas no tienen un
esquema fijo, lo cual no debería ser sinónimo de malas fiestas o mala
organización, pues incluso podría enriquecerlas si la gente nueva es capaz de
retener las cosas que funcionan y aportar novedades. Pero no parece ser el caso
de este año.
Y es que como he mencionado anteriormente, las fiestas salen
adelante por el trabajo conjunto de los mayordomos y el Ayuntamiento y por lo
que se ve, este año a la sintonía le ha fallado el ajuste fino. Los mayordomos
no se han quejado de que el Ayuntamiento haya tirado por tierra las fiestas,
pero si han dejado claro que han destinado menos recursos que otros años. Y
como he dicho anteriormente, no seré yo quien pida más dinero para fiestas si
las arcas no se lo pueden permitir. Pero sí que habrá que pedir que haga algo
que tantas veces se olvida y que en el caso de no hacerlo el Ayuntamiento agrava
el mal, se trata de poner en valor el trabajo de los demás. Son muchas las
horas que los mayordomos en este caso y las peñas, asociaciones y otras fuerzas
sociales dedican para sacar adelante ciertos eventos donde luego aparece el
concejal de turno a hacerse la foto (en algunos casos con pose forzada) a pesar
de sus mas de 50000€ anuales.
Foto de José María Simón |
Aspecto de la Plaza durante el concierto del Grupo La Huella, Evento estrella de este año . Foto Facebook de la orquesta |
No hay comentarios:
Publicar un comentario