Hace unos días pude disfrutar de un pequeño viaje por uno de
esos rincones de España al que le tenía ganas, espero que este haya sido un
aperitivo de lo que pueda ser más adelante una incursión más en profundidad en
una de esas comarcas de España que todos deberíamos conocer.
Y como suele suceder, el viajar además de ser un placer, te
permite desconectar de tus tareas cotidianas y lo principal, enriquece a la
persona culturalmente, socialmente… Y este viaje no iba a ser menos.
Cierto es que no todo es exportable ni comparable, no puedes
comparar la iglesia de El Enebral con el Románico de la Abadía de San Isidoro,
ni el paisaje de Peñalba de Santiago con el parque de nuestro municipio que
recibe el mismo nombre.
Pero sí que es destacable el ver la limpieza de las calles
de esos pueblos y ciudades del interior, donde el vecino ha nacido, crecido y respeta
su patrimonio e historia. Y es que el otro día alguien lanzaba la pregunta al
aire en el Facebook de si los vecinos de La Estación éramos más guarros que los
del casco histórico por la diferencia en la calidad de la limpieza de uno y
otro lugar.
Inmediatamente salió el argumento de que la población
extranjera es mucho mayor en una zona que en otra y que eso influía. Y aunque
el argumento es xenófobo, no está cargado de una cierta razón, aunque eso sí, muy
limitada y que no justifica en absoluto el etiquetar a toda la comunidad
extranjera del mal de la suciedad en el pueblo. Como tampoco se puede culpar a
todos los dueños de los perros, pero negar la mayor va a ser que tampoco. Son
varios los factores y todos suman.
Y es que retomando el argumento anterior, todos hemos visto
a gente sacando basura de los contenedores y dejándola fuera en su afán por
encontrar algo que poder revender como chatarra o lo que sea. Recuerdo que fue
polémica la “puesta en marcha” de la ordenanza que prohibía hurgar en los
contenedores, pues muchos pusieron el grito en el cielo de que bastante tenía
la gente con no tener que comer. Bueno, pues no creo que nadie coma nada de un
contenedor en Collado Villalba, ya que afortunadamente hay ONG’S que garantizan
ese derecho básico, así como los servicios sociales municipales y por el contrario,
no puede ser que en un trayecto de poco más de 10’ que es lo que tardo en ir de
mi casa a la estación, me haya encontrado la basura de dos contenedores fuera
de los mismos cuando estos estaban vacíos (igual que me encontré por la mañana
en la dehesa una papelera a rebosar y un montón de basura al lado, mientras los
contenedores de 20m más atrás estaban vacíos), mobiliario variado en dos puntos
distintos y hasta 3 colchones. Habría estado bien haber podido sacar las fotos
de estos decorados, pero las urgencias no me lo permitían y por desgracia es
una estampa tan frecuente que todos pueden hacerse una idea de que hablo.
Imagen extraida del grupo de Facebook "Calles Limpias Collado Villalba" |
Está claro que hay unos grupitos de gente (principalmente
del Este de Europa) que se dedican a esto como forma de vida y como digo no
quiero etiquetar a nadie, que guarros los hay y ha habido siempre y en todas
partes, pero está claro que estos comportamientos se deben sancionar, como se
debe abordar el extraño repunte de la mendicidad callejera que presenta nuestro
pueblo antes de que se convierta en un santuario de las mafias que abusan de
las miserias de los demás durante el próximo verano o el desmadre grafitero al
que ya dedicaré otra entrada.
Así que si tenemos unas Ordenanzas Municipales para la
convivencia, creo que va siendo hora de que se pongan a funcionar de verdad,
que pasen a estar operativas en el pueblo y no se limiten a ser unas líneas en
el BOCAM o donde quiera que se publiquen las Ordenanzas Municipales. Es algo que
los Villalbinos (los de siempre, los que han llegado hace mucho o poco, los que
vinieron de más allá de la Sierra del Guadarrama, del Cáucaso o del Atlántico)
nos merecemos. Ya está bien de que no podamos levantar la vista del suelo por
miedo al campo minado que es el pavimento de nuestras calles. Si de verdad
queremos poder sentirnos orgullosos de nuestro pueblo, empecemos por respetarlo
nosotros mismos con nuestras obligaciones como ciudadanos y exijamos a las
autoridades la vigilancia en el cumplimiento de las mismas, basta ya de esta
laxitud que esta acabando con nuestro pueblo.
Muy buen artículo, como integrante de la Plataforma CallesLimpias cv estamos luchando porque tengamos un Villalba bonit@ y como bien dices hay que empezar por el respeto a no ensuciar. Seguiremos con nuestra lucha para lograr todo esto.
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