Foto de Aquí en la Sierra |
Lo primero que me sorprendió fue ver tanta gente fuera de la
plaza (luego en el video se ve que lo que es el centro estaba prácticamente vacío
por aquello de los que no nos queremos manchar y solo vamos al evento). Pensé
que la plaza se había quedado pequeña, pero lo cierto es que es una verdad a
medias como he comentado.
Llegué justo con el llamamiento de la presentadora para que
las autoridades, representantes de las peñas, casas regionales, míster y miss
de las fiestas subieran al escenario.
Llegamos al momento más interesante, aquel en el que la
alcaldesa tenía que dirigir unas breves palabras a sus vecinos. Y ya lo creo
que fueron breves, resumiendo algo así como un “hay que vivir”, entendemos que
se refería a que había que vivir las fiestas, pero desde el respeto a los
demás. Tal vez estoy haciendo de vidente, pero creo que eso era más o menos la
esencia.
El caso es que como muchos sabrán, desde las redes sociales
se ha dejado caer la conveniencia de que el pregón lo diese alguien que no
tuviera perfil político y seguramente Mariola o alguien de su entorno,
valoraron el hacer caso a la propuesta y volver a como se hacían las cosas años
atrás (como ya dije en la entrada anterior).
De esta manera, la alcaldesa sorprendió a propios y extraños
al decir que este año y a partir de ahora, el pregón lo darían gentes con “real
autoridad en este municipio”, tocándole este año al abanderado más veterano de
las peñas de la localidad, “Luis Botellín”.
Una buena idea que sin embargo ha tenido un resultado
desastroso dando lugar a un pregón que pasará a los anales de la historia del
municipio por lo esperpéntico que resultó. Y es que el tal Luis, parece que no había
sido avisado de la “ocurrencia” de nuestra alcaldesa y al verse en lo alto del
escenario, con tanto público y sin nada preparado (y posiblemente haciendo
honor a su mote con algún botellín de más) no fue capaz de hilvanar dos
oraciones de sujeto + verbo + predicado seguidas, quedando todo en un deslavazado
viva la peña tal, la cual “y las sevillanas”.
Lo sucedido ayer quedará para siempre en el anecdotario de
las fiestas del pueblo, pero sobre él no dejan de encontrarse dos realidades de
nuestro equipo de gobierno.
- · Un gobierno sin confianza en ellos mismos y más pendiente de la posibilidad de salir volando por los aires en cualquier momento por los sucesos del pasado muy reciente que de tomar sus propias decisiones y ser coherentes.
- · La improvisación total en multitud de toma de decisiones, desde las más livianas como la del pregón de ayer, a las más determinantes como las que afectan al día a día del municipio.
Y todo ello amparado por la corte de palmeros oficiales y
asesores desinformados de los que goza nuestro ayuntamiento.
En fin, que Viva Santiago Apóstol, las sevillanas y Luis
Botellín por obsequiarnos con momento tan legendario.
¿Sabemos si el concejal de festejos guarda relación con algún curso de formación del que se quedo con sus punto$?
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