A finales de la semana pasada se procedió al alumbrado de navidad de nuestro pueblo, lo que
irremediablemente me hizo volver hacia atrás en el tiempo y recordar lo
sucedido en el pasado mes de julio cuando no hubo iluminación alguna durante
las fiestas de Santiago Apóstol.
¿Es que antes estábamos tan mal que ni una bombilla nos podíamos
permitir y ahora vamos de sobrados y podemos ir tirando los KW? ¿Es que la
sombra de Cofely era tan alargada que ni una brizna de alegría nos quería dar?
¿Estamos gastando por encima de nuestras posibilidades?
La auténtica respuesta a estas preguntas que vienen a ser
una sola, son muy pocos los que la tienen y probablemente la opinión más
autorizada para responder ya no está para hacerlo.
Pero hay cosas que son de simple lógica y es que la deuda de
nuestro Ayuntamiento no se ha evaporado, que el gasto en esta iluminación es
excesivo y que nuestro consistorio debería poner su granito en esto de la
eficiencia energética y la lucha contra el cambio climático.
No es que esté en contra de suprimir por completo este
alumbrado, pero sí de que su colocación sea selectiva y su uso razonable. Partiendo
del supuesto de que su uso principal es el adornar las calles más comerciales y
ayudar a incentivar la actividad económica, no me entra en la cabeza la
cantidad de alumbrado que hay en ciertas calles de El Gorronal o Parque de La
Coruña entre otras. En mi opinión su ubicación debería ser toda la Calle Real desde
el Zoco hasta la Estación, desde Calle Real hasta Plaza de los Belgas incluida
esta, Calle Rafael Alberti en el tramo entre las dos estaciones, Batalla de
Bailen, Honorio Lozano hasta correos, Avenida Juan Carlos I desde Zoco hasta el
Galaico, Plaza de la Constitución, El Titi y los Cuatro Caños y por último en
el Polígono P29 en sus calles principales. También y rizando el rizo a la
entrada del pueblo por el P29, Carretera de Moral y Los Negrales para mantener
el postureo de la Capitalidad de la Sierra. El resto me parece un auténtico
derroche.
Porque luego habría que hablar del uso que se hace de estas
luces. No es de recibo que estén encendidas durante toda la santa noche y más
en estos días. Si acaso en la noche del 24 y la del 31 y reyes. Y desde que se
ha producido el alumbrado, todos los días me he encontrado si no ha sido con un
tramo, ha sido con otro, buena parte de la iluminación de Calle Real y Honorio
Lozano encendida a las 6:00 AM (solo por poner un ejemplo de lo que he podido
ver personalmente).
Y si este gasto es un dispendio innecesario, clama al cielo
cuando basta darse un paseo por las calles de Villalba y encontrarte con un
sinfín de farolas estropeadas, algunas de las cuales no sé si han llegado a dar
luz alguna vez y otro montón de ellas cuya luz queda casi oculta por la falta
de poda de los árboles que se encuentran cercanos. Vamos, que para salir a
correr un día por la noche villalbina, se recomienda hacerlo con un frontal,
pues más bien parece que estés corriendo por la tenebrosa Londres de Jack el
Destripador, que por la Capital de la Sierra. Que las farolas no son solo un
soporte publicitario para la campaña electoral.
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