Hoy ha sido uno de esos días de reencuentro, especialmente
con uno mismo, con sus fantasmas, con lo que te castiga día a día, pero también
con lo que hace que cada día te intentes superar y salir del bache.
Marzo y abril han sido unos meses tremendamente complicados
y en los venideros seguirá habiendo una buena dosis de resaca de lo pasado en
los meses anteriores a sumarse a los problemas habituales. Pero el destino ha
trazado ese plan para mí y no queda otro que afrontarlo y luchar contra él con
todas las fuerzas para salir adelante.
Evidentemente, la práctica del deporte solo puede ayudarme mínimamente
en el largo camino, pero la falta de esa práctica podía suponer un grave lastre
a medio y largo plazo. Por ello he tratado de no dejar de ir al gimnasio pese a
las nuevas tareas a afrontar y a la lesión que me dejó en el dique seco en los únicos
días que el buen tiempo ha tenido a bien asomar por nuestra comarca.
Por ello cuando hoy me he vuelto a vestir de corredor, junto
con la incertidumbre de ver si sería capaz de superar el entrenamiento
propuesto o si por el contrario tendría que variarlo a mitad de recorrido como
he tenido que cambiar toda la rutina deportiva en los últimos tiempos, se
juntaba el ansia por querer salir del túnel, de volver a ver la luz.
Tras una rutina de pesas más o menos decente de dorsal,
hombro y bíceps, he comenzado la ceremonia de prepararme para correr. He optado
por las mallas largas, por si me veía forzado a tener que parar en algún
momento no coger frio. En la parte superior del cuerpo, una camiseta de manga
corta con los manguitos de La Tragamillas (cuidado que aprietan y eso que no
soy excesivamente musculoso).
Saliendo del Zoco, he ido rumbo a los concesionarios pasando
por la zona de la Fabrika. Es una pena ver como uno de los exponentes de la época
dorada de la “marcha villalbina” hoy se encuentra así. No digo que la gente que
esta allí no esté haciendo cosas interesantes, pero lo cierto es que el aspecto
de bunker de guerra y barricada no resulta agradable estéticamente. Al final de
la vía de servicio y tras atravesar los comercios fantasma (Opencor y Gigante),
he tomado la subida de los Altos de Villalba. Ha sido uno de los momentos de más
subidon de la salida, pues un fuerte y penetrante olor ha ¿podrido? ¿Estiércol?
¿Humedad? bueno, en cualquier caso naturaleza, ha servido para que a pesar de
la dureza de la cuesta haya sacado fuerzas de flaqueza, por fin había vuelto a
hacer algo que me gusta y que me pone en contacto con lugares y sensaciones que
de otra manera no veo ni experimento.
El camino me ha hecho continuar luego por el Camino de la
Fonda con dirección a la urbanización La Cerca, pero esta vez optando por ir
por el jardín que sale una vez abandonas El Raso, en lugar de ir por la carretera,
lo que da más continuidad a la subida aunque con menores porcentajes. El verde
y el cobijo de este pequeño parque me ha resultado muy agradable, aunque está empezando
a estar un poco dejado de la mano de dios, pero de momento es transitable sin
problemas. Desde La Cerca he iniciado el descenso hacia Villalba Pueblo pasando
por la Plaza de los Cuatro Caños, también conocida por algunos como la plaza de
las mil reformas. A juzgar por lo visto hoy, o más bien por lo no visto, la
remodelación va a ser muy pequeña o se va a prolongar en el tiempo de manera
importante, pues no había mucho rastro de obra por el lugar. Como dije en otra
entrada, lavado de cara mientras seguimos con las vergüenzas al aire.
Y para finalizar, una vuelta a la dehesa como colofón antes
de llegar al gimnasio, donde ya he puesto punto y final a la sesión de
entrenamiento con una buena ducha.
Justo al salir del gimnasio me he encontrado con que un policía
municipal estaba situado en la rotonda de El Zoco, lo que me ha hecho suponer
que tal vez iba a pasar por allí la marcha de MTB del programa de fiestas de
San José Obrero. La verdad es que tenía dudas, pues al pasar por la dehesa he
visto a varios voluntarios con sus chalecos amarillos esperando el paso de la
prueba y el balizaje parecía indicar más bien un paso a través de la misma y
por el puente que atraviesa la Carretera de Navacerrada ir hacia el ferial, aunque
también cabía la posibilidad de que ese hubiese sido el recorrido a la ida. El
caso es que cuando estaba completando mi vuelta a la dehesa he visto a un
importante grupo de ciclistas atravesar la misma a mis espaldas.
Eso me ha hecho dudar de que el policía estuviese esperando
a los participantes de la prueba ciclista, pues no podía haber llegado yo al
gimnasio, duchado y cambiado en lo que ellos llegaban a la rotonda, salvo que
el grupo inicial se hubiese fraccionado a lo largo del recorrido en varios
pelotones en función de la condición física de los distintos participantes.
Y parece ser que esto ha sido lo que ha sucedido, pues antes
de girar en dirección a mi casa, he escuchado una sirena de una moto de la policía
que iba abriendo la prueba o en este caso escoltando al pelotón trasero de la
misma. Serian unos cincuenta participantes los que iban más o menos agrupados,
aunque con espacios entre ellos que estaban provocando que varios coches se
intercalasen y hayan provocado algún momento de nerviosismo, como el que
también ha provocado una persona mayor que no ha calculado bien la velocidad de
los ciclistas y se ha puesto a cruzar con su bici, poniendo en peligro a los
integrantes de la prueba y a él mismo.
Era una prueba difícil de organizar, porque eran muchos kilómetros
a los que dar asistencia y protección y aunque al ser una marcha se supone que
el grupo iría junto y por tanto los cortes de tráfico y demás serian menores y más
si los comparamos con los de una prueba atlética por su velocidad, la palabra “popular”
es muy difícil de definir y el rango que abarca en todos los deportes es muy
amplio. Hay populares que son casi profesionales y populares que se embarcan en
pruebas para las que no están capacitados y ponen en muchos apuros a los organizadores
por tener que cuidar de ellos.
En cualquier caso, espero que la marcha haya transcurrido
sin más incidencias que los exabruptos que he escuchado en el punto donde he
tomado las fotos con el móvil, de ahí la calidad tan baja y que todos los
integrantes de la prueba hayan dado buena cuenta de la barbacoa que les
esperaba al final de la marcha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario