Personajes II (Jaime Blanch)

Me asomo nuevamente a la ventana de este blog para presentar a uno de esos vecinos ilustres que viven en nuestro municipio. Posiblemente hayan hecho cola junto a él en el supermercado o se le hayan cruzado por la calle. Y algunos habrán dicho aquello de “esta cara me suena”.

¿Pero como no va a sonar la cara de Jaime Blanch, uno de los actores más prolíficos de la escena española?

Hijo de actores, sobrino de actores… Su destino estaba escrito tras las bambalinas de algún teatro desde que nació el 9 de septiembre de 1940.

Como ya he dicho, sus padres José Blanch y Concha Montijano también eran actores como sus tíos Modesto y Montserrat. Así era imposible escapar al destino de una familia en la que se respiraba teatro por los cuatro costados, aunque Jaime también ha hecho cine y televisión, algo que sus predecesores casi no hicieron salvo algún pequeño papel secundario de su tío en películas como Esta voz es una mina, La violetera o Más bonita que ninguna.

Pero la larga carrera de Jaime abarca todos los palos y así podemos disfrutar de películas que han formado parte de nuestra historia como Ha llegado un ángel, La gran familia o La familia y uno más, en las que era uno de los hijos de esa familia tan modélica. O más recientemente El día de la bestia o Acción mutante.

Y en la pequeña pantalla también ha estado muy presente con apariciones en series y programas como Curro Jiménez, La cometa blanca, Turno de oficio, Médico de familia, 7 vidas, Un paso adelante y un sinfín de apariciones más o menos destacadas en más de una veintena  de series.

Pero sin duda alguna lo que ha hecho grande a Jaime Blanch ha sido su carrera en el teatro donde ha representado papeles de todo tipo y donde el gran público pudo disfrutar de él gracias a sus representaciones en Estudio 1. El Caballero de Olmedo, Don Juan, La muerte de un viajante, Vamos a contar mentiras,  La Celestina… Clásicos y más clásicos en su amplia carrera.

Incluso se ha aventurado a hacer su propia obra con “Aquí un amigo”.

Y que mejor forma que despedir el post que con un pequeño fragmento de una actuación suya en Vamos a contar mentiras (1986).