Esta nueva entrada inaugura una serie de entradas que iré
intercalando próximamente en el blog, dedicadas a vecinos de Collado Villalba
que han alcanzado una cierta notoriedad en su ámbito personal o laboral hasta
el punto de traspasar fronteras. También habrá casos de personas que sin ser de
aquí, su labor si se haya realizado en nuestro municipio o tengan una fuerte
vinculación con él.
Este es el caso del protagonista que abre esta serie de
entradas. Su nombre es Carlos Verona y para muchos de ustedes será un autentico
desconocido. Carlos nacido el 4-11-1992, es vecino de El Escorial, pero sus
primeras pedaladas como ciclista las dio en el club Hijos de Víctor Gil y como
es lógico, en sus entrenamientos ha rodado por todas las carreteras de la
sierra incluidas las villalbinas.
Carlos afrontará en el año próximo su tercera temporada como
profesional tras una exitosa carrera como junior que le permitió llegar a
alcanzar el primer puesto en el ranking de la Real Federación Española de
Ciclismo tras lograr triunfos tan importantes como el de la Sierra Norte o la
Vuelta Internacional a Valladolid amén de numerosos triunfos parciales y
puestos de pódium en clasificaciones de montaña o metas volantes. Esto le facilitó
el acceso al Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat.
Con estas credenciales, hace dos años da el salto al
profesionalismo, justo cuando el ciclismo español vive posiblemente el peor de
los escenarios posibles motivado por la asfixia a la que se está viendo
sometido por la crisis de prestigio y confianza derivada de los distintos casos
de doping. Y por supuesto por la crisis económica que ha dejado sin
patrocinadores a este deporte salpicado día si y día también por noticias
sensacionalistas que eclipsan el encanto y la belleza con que nos ha obsequiado
durante años y años hasta el punto de que los españoles perdonábamos nuestra
tradicional siesta por ver esos encadenados del Telegraphe, Galibier y Alpe d’
Huez, por poner un ejemplo.
Así, hace dos años comenzó su periplo profesional con el
Burgos BH, un equipo que no es de elite, pero que le ha permitido poder
disputar pruebas profesionales tanto del calendario nacional como
internacional. Algunas de estas carreras han sido la Vuelta a Castilla y León,
Vuelta a Asturias, Vuelta a Alentejo (POR) o Tour del Porvenir (FRA), la prueba más importante del ciclismo
mundial en la categoría sub23. Desgraciadamente una caída le impidió poder
acabar disputando la general cuando iba entre los 25 primeros a falta de las
etapas de montaña.
Gracias a su buen papel a lo largo de la temporada fue el
único español llamado por el seleccionador para correr el mundial sub 23 como
colofón a la temporada. Un final de temporada que iba unido al final de su
contrato con el equipo burgalés.
La calidad de nuestro vecino no ha pasado desapercibida para
los directores de equipo más prestigiosos del panorama internacional (el
mercado español en esto, como en tantas y tantas cosas esta muerto y toca buscarse
las habichuelas fuera) y a finales de verano llego la noticia de que Carlos
fichará por el Omega Pharma. Para aquellos que no estén familiarizados con el
ciclismo y que asocian deporte única y exclusivamente al fútbol, este fichaje viene
a ser algo así como dejar el Rayo Vallecano por ir a un equipo que aspira a
ganar la Champions.
Y es que el equipo belga está repleto de grandes estrellas
como Tom Boonen, Sylvain Chavanel, Levi Leipheimer, Tony Martin o el que
posiblemente sea el gran fichaje de este año, Mark Cavendish. Con este plantel
de estrellas, pensar que Carlos va a tener una importancia capital en la
escuadra es algo pretencioso, pero sin duda va a tener unos buenos maestros que
le enseñen a curtirse en el calendario de ese otro ciclismo, el de las clásicas
del norte (Tour de Flandes, Paris Roubaix…), el pavés y el barro.
Muy probablemente, el rol de Carlos pasará por ser un
gregario de lujo en una de las tres grandes, ya sea Giro (ha hecho grandes
carreras en el país transalpino) o más probablemente Vuelta a España, por hacer
un guiño a los organizadores con un corredor local (él es el único).
Sea como sea y pase lo que pase, hasta el final de estos dos
años de contrato no podremos valorar la evolución de la carrera deportiva del
ciclista serrano, pero vaya por adelantado todo mi apoyo a una de las pocas
promesas del ciclismo nacional que ha conseguido hacerse hueco en el pelotón para
estos años y más siendo vecino.
Ojala en un futuro no muy lejano, Carlos vuelva a hacerme
perder el sueño en las calurosas tardes del verano.
Buena idea la de sacar a los deportistas serranos y buen post para empezar. Carlos apunta muy alto, pero es aún jovencísimo. Esperemos que Léfevere le diseñe un calendario adecuado, que creo que sí. Si lo ha fichado para su gran equipo, es porque Carlos ha hecho test en los 'training camp' a los que ha ido, y que denotan unas grandes condiciones como fondista y escalador. Simplemente una salvedad. Omega Pharma despidió a Leipheimer por su viculación con la trama de dopaje de Armstrong. Ahí no pasan una
ResponderEliminarGracias por tu apreciación amigo anónimo. La información la saque de Wikipedia y me parecia extraño, pues casi ni ha corrido este año y mas desde que empezaron a bajar las aguas revueltas. Pero lo ultimo que ponia era que habia firmado por dos años, asi que en principio le quedaria este año.
ResponderEliminarPero casi todos los ciclistas llevan una clausula en sus contratos que les permite largarlos a los equipos en cuanto se vean lo mas minimamente salpicados por un caso de doping.
Pero el objeto de esta entrada era hablar de Carlos y de su prometedora carrera que esperemos sea larga y llena de exitos.