Siempre se ha dicho cuando una cosa se prolonga su ejecución en el tiempo, que "dura mas que la obra de El Escorial", la cual duró un poco menos de 21 años. Cuando uno contempla ahora esa maravilla y se pone a pensar en los ingenios de la construcción de la época, piensa que debieron de trabajar a un ritmo altísimo, cierto es, que no creo que hubiese restricciones en el presupuesto para la misma dada la situación de el país, el motivo por el que se hacia y quien era el impulsor de la misma.
Pero para no ser tan extremista, vamos a retroceder solamente un par de años y vamos a pensar en el túnel de Honorio Lozano, el cual tardó lo suyo, si mal no recuerdo cerca de dos años y medio (uno y medio mas de lo inicialmente previsto). Pues bien, si comparamos las dimensiones de las dos obras citadas con la remodelación del barrio de Pradillo Herrero, esta última promete llevarse la palma en lo que a duración vs magnitud e impacto de la misma y es que hay calles que llevan cortadas al trafico mas de un mes y sin avances importantes. De hecho, sigue siendo difícil lograr ver operarios trabajando en alguno de esos frentes que la empresa ha abierto en la ejecución de la misma.
Y todo ello sucede sin que se vea en ningún momento un cambio en la forma de abordar las obras para eliminar molestias. ¿Es tan difícil pegarle un toque a la empresa y que le meta un empujoncito? Me imagino que no son ellos los que mas prisa tienen en terminar, ya que si no hay una cartera de obras previstas, se verán amenazados por el cese de actividad, problemas con su personal fijo, etc. Luego quietos y que esto dure. Esa es toda la impresión que a mi me esta dando.
Como muestra, otra foto del mismo lugar el pasado jueves a las 17:15. Lo mas parecido a la actividad de una obra eran dos obreros (que no me atrevo a asegurar que perteneciesen a la misma) recogiendo un cubo con una maceta y poco mas. Me parece mucha calle, poco obrero y menos medios si cabe. Podéis juzgar vosotros mismos.
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