Evidentemente, este año si hay una palabra que va a marcar estas festividades va a ser “crisis”. Aunque es difícil de entender que un país como el nuestro este azotado por la crisis financiera y sin embargo los centros comerciales estén llenos a reventar. ¿Serán los efectos balsámicos de las tarjetas de crédito? Pero como suceso anecdótico, puedo comentaros que los fabricantes de los típicos dulces navideños bajaron la producción por miedo a tener que hacer frente a importantes mermas por no dar salida al stock o por las devoluciones tan importantes a las que tuvieron que hacer frente a principios de este año y que anularon el beneficio obtenido en toda la campaña. El caso es que en ese escenario de “recesión” y con el auge de las marcas blancas, han disminuido su producción y las tiendas están teniendo problemas de abastecimiento a falta de diez días para dar por concluida la campaña.
En definitiva, la gente se gasta hasta lo que no tiene en estas fechas o ha renunciado a otras cosas, pero no está dispuesto a hacerlo en las fiestas navideñas.
Y ahora viene el motivo de incluir este post en mi blog, ya que desde esta plataforma dije que las navidades serian un buen momento para calibrar el recorte en los gastos del Ayuntamiento. Esto es, si se iban a gastar lo que no tenían por darnos unas “blancas navidades”. Y lo cierto es que al igual que el año pasado el alumbrado ha sido puesto muy tarde con arreglo a la mayoría de municipios, ya que lo normal es que en el puente de la Constitución este ya esté funcionando, por cuanto se pone para animar el comercio y la hosteleria y comercialmente, aunque Esperanza Aguirre se empeñe en adelantarnos navidades, rebajas, etc. La temporada navideña arranca en el puente de la Constitución.
No sé si las luces navideñas se alquilan por temporada o por días, pero tal vez habría sido más interesante que hubiesen estado encendidas durante la tarde y parte de la noche de esos días, aun en detrimento de esta semana, donde la gente recorta mucho el gasto para el “round final”. Además he observado que las luces no se han encendido aún en la mayoría de las calles, de hecho creo que solo la Calle Real las tiene en funcionamiento. También he observado que muchas calles se han quedado sin el alumbrado navideño. Esta última medida, me parece totalmente acertada, ya que las urbanizaciones como Las Suertes o El Parque de La Coruña no tienen un comercio que justifique este desembolso.
En definitiva, podemos decir que ha habido un recorte importante y racional del gasto en alumbrado navideño, un derroche que hasta ahora se ha venido produciendo y que es difícilmente justificable con los tiempos que corren. Ahora esperemos, que una vez pasada la navidad, esas luces dejen de iluminar las calles cuanto antes para que no suba el recibo de la luz como otros años, donde han pasado varios días hasta que se han dejado de iluminar y varios más hasta su retirada.
Bueno, es verdad que las navidades deberían ser unas fechas entrañables, fechas de paz y amor (aunque ese ejemplo debiera de cundir todo el año). Pero tristemenete la navidad se ha convertido en una época donde predomina el consumismo, un consumismo triste de "cuanto más quiero más necesito".
ResponderEliminarLa llegada de la navidad también trae una cosa que es la incomprensible diversión (molesta para otros) de ver a la gente metiendo petardazos por la calle sea la hora que sea. Pero bueno, de todo hay en la viña del señor, y desde luego gente dispuesta a reventarte la siesta o el sueño de medianoche con estos artefactos (como se nota que algunos no madrugan) no podía faltar.