Páginas

viernes, 5 de noviembre de 2010

Villalba en la mochila II (La Barranca)

Tras una semana de debate y polémica, creo que lo mejor es tomar el fresco y disfrutar de un paseo por uno de los entornos privilegiados que se encuentran a pocos minutos de nuestro pueblo. Seguro que el aire limpio de la sierra nos vuelve más positivos.

A diferencia de las rutas anteriormente descritas en este blog, para la que presento en el día de hoy, si es necesario el uso del vehículo para llegar al punto de inicio, pero en un rato estaremos andando.

Al tratarse de una ruta de montaña, lo primero que tenemos que tener en cuenta es que si la realizamos en invierno es posible que nos encontremos con nieve y el aire y el frio estarán garantizados. Por el contrario si la hacemos en verano, la temperatura será mucho más agradable además de poder mitigar nuestra sed con el agua de las fuentes existentes.

Pero empecemos por el principio por obvio que resulte. Para llegar hasta el punto de inicio de la ruta circular de La Barranca, hemos de llegar hasta el hotel de la Barranca, al que llegaremos por la subida al Puerto de Navacerrada por la parte de Becerril de la Sierra, abandonando esta justo en un desvío que queda a nuestra derecha nada más pasar la rotonda que hace de puerta de la localidad de Navacerrada. Ahí tomaremos una estrecha carretera de montaña que nos acercará tras algo más de un kilometro hasta los aparcamientos situados frente al hotel donde podremos dejar cómodamente nuestro vehículo. Antes habremos pasado por el puesto de bomberos de alta montaña de la CAM y por las ruinas del antiguo Hospital de La Barranca, donde dicen se producen fenómenos extraños. Algún programa de Iker Jiménez ha tratado el asunto.

Desde el parking comienza nuestra ascensión por la pista forestal tras pasar por una barrera para limitar el tráfico rodado a los vehículos oficiales. Los primeros tramos son de una relativa dureza, pero como todo el recorrido de la ruta es perfectamente transitable. A poco mas de medio kilometro nos encontramos con una pequeña area recreativa dedicada al deporte de aventura con tirolina y cosas de ese tipo. “De Pino a Pino” se llama el negocio y creo que para poder disfrutar de las instalaciones tienes que hacer la reserva previamente. Justo por esta zona podemos encontrarnos unas pocas mesas típicas de merendero, las únicas que veremos en todo el recorrido.

Seguimos zigzagueando por la pista hasta que a poco más de un kilometro y medio desde donde iniciamos la ruta nos encontramos con un pequeño camino que se abre de frente y abandona la pista principal que justo aquí hace un giro de 180º en alguna de sus curvas de herradura. Ojo, porque la última vez que hice la ruta, el cartel que indicaba el comienzo del Camino Ortiz, que es como se llama esta variante.

Tomaremos este camino estrecho pero perfectamente transitable para hacer senderismo aunque tenga muchas raíces de arboles que nos obligaran a ir un poco más pendientes de por donde pasamos, pero por el contrario el paisaje se vuelve más salvaje y vistoso a la par que iremos más protegidos del sol en el caso de hacer la ruta en verano.

Poco a poco y según vamos rodeando la montaña y ganando altura, iremos viendo cambiar el paisaje y podremos ir divisando desde el cercano embalse de Navacerrada hasta la misma capital de Madrid con sus torres perfectamente identificables a pesar de la distancia.

Justo cuando llevemos unos cuatro kilómetros de recorrido, llegaremos a la explanada donde mejor podremos divisar la capital y los vecinos pueblos de Moralzarzal o Becerril.

Girando en la misma, nos volvemos a encontrar con un buen tramo de pista forestal que ya no dejaremos hasta finalizar nuestra ruta y que aquí si va a tener tramos pendiente elevada, aunque nunca lo suficientemente duros como para decir que estamos haciendo un esfuerzo sobrehumano. Recordar que seguimos el trazado de una pista forestal.


Justo un kilometro más tarde habremos llegado al ecuador de nuestra ruta y con él llegado al punto más alto de la misma, donde nos encontramos con el mirador de las canchas, que ofrece las más espectaculares vistas de buena parte de la Sierra de Madrid. Unos paneles nos van a permitir distinguir los distintos lugares que desde allí podemos divisar como Guarramillas, El Peñotillo, o la imponente Maliciosa. No menos impresionante es el divisar desde aquí el desnivel salvado a lo largo de la jornada por el Valle de la Barranca.

Tras deleitarnos con el paisaje, continuamos esta ruta circular bajando ya de forma ininterrumpida hacia nuestro punto de partida. Si bien, no está de más abandonar por un momento el ancho camino y subir hasta la Fuente de la Campanilla, que nos encontraremos justo al pasar un puente de piedra si seguimos por una subida que presenta una especie de escalones en su primer tramo. Desde aquí podríamos subir al Collado del Piornal, que es el punto intermedio que separa La Bola del Mundo de La Maliciosa, pero eso ya es harina de otro costal.

Desde la Fuente de La Campanilla hasta el parking no nos quedara mucho mas de dos kilómetros de sencillo descenso, que podemos interrumpir nuevamente al paso por la Fuente de Mingo para aprovechar a refrescarnos en sus puras aguas tras las que nos encontraremos con el desvío que antes tomamos para iniciar el Sendero Ortiz. Al que seguirá nuevamente el área recreativa de “Las Vueltas” y nuestro destino final.

Para finalizar, nada mas recomendable que acabar con una buena comida o unas cervezas en el pueblo de Navacerrada, donde la oferta gastronómica es de lo mas variada.


No hay comentarios:

Publicar un comentario