El pasado sábado 29 de agosto comenzó una nueva edición de La Vuelta Ciclista a España. La principal novedad de esta edición, por cierto la mas espectacular y dura que recuerdo, ha estado en su punto de partida, Holanda.
Muchas han sido las voces que se han escuchado argumentando que si dejaba de ser la Vuelta a España (recordemos que en otros años se ha tocado Portugal, Francia y con bastante frecuencia Andorra), que si para que irse hasta allí, etc. Pero lo cierto es que una vez realizado el periplo por Holanda, Alemania y Bélgica el resultado ha sido espectacular. Por un lado, la organización ha conseguido embolsarse unos buenos euros y dar una repercusión internacional a la prueba que no tenía a pesar de la excelente nomina de corredores participantes que presenta la edición de este año. Por otro, los países del Benelux se han volcado con la prueba como si se tratase de una de sus clásicas de primavera en las que se ve el ciclismo más espectacular como Paris – Roubaix, Lieja, Amstel Gold Race…
La verdad es que uno ha sentido envidia viendo como las cunetas se llenaban de aficionados para ver una carrera que en cierto modo les es ajena. Pero claro, existe una gran diferencia entre Holanda y Bélgica con respecto a España, la cultura de la bici. Allí la bicicleta es algo mas que un deporte o un hobby, sin ir mas lejos, en Holanda el parque de bicis es mayor que el número de habitantes y en Bélgica hay tramos de carretera que conservan su adoquinado de hace décadas para que se puedan seguir celebrando esas carreras que llevan cada año a miles de cicloturistas a emular a sus ídolos.
Todo esto esta muy lejos de la cruda realidad que se vive en España y más concretamente en nuestro pueblo, donde el asfalto y el hormigón no deja de ganar terreno al campo y en las reformas de los pueblos no se tiene en cuenta el uso de un transporte tan limpio y saludable como la bicicleta. No paran de bombardearnos con campañas de reciclaje de vidrio, uso moderado de bolsas, etc., pero las instituciones públicas son las primeras que entre el bolsillo y el medio ambiente siempre dan prioridad a lo primero.
Por ello la iniciativa de la III Marcha Cicloturista en Defensa del Carril Bici propuesto en el PGOU de Collado Villalba, organizada por BiciSierra para este próximo domingo tiene que ser una manifestación festiva en defensa de un modo de vida y una cultura más saludable. Quién sabe si tal vez pequeños pasos como este ayuden a no ver espectáculos tan bochornosos como los vividos en Pozuelo este fin de semana. Recuerden la convocatoria, domingo día 13 a las 12:00 en la Biblioteca Miguel Hernández.
Deporte de dopados tramposos.
ResponderEliminarhttp://www.eltelegrafo.org/noticia.asp?ref=21930
ResponderEliminarAtención a la foto.
¿Les dieron un arco a los nuevos miembros?
Se rumorea que a los agentes sin rango les van a dar una "honda?, pero las piedras correran por su cuenta.
ResponderEliminarSobre lo dicho por anonimo #1#, cierto es que el dopaje ha hecho un daño enorme a este deporte, pero me gustaria ver el mismo tratamiento a otros deportes, donde tambien ha habido casos y han sido tratados de manera muy distinta.
ResponderEliminarPreciso post. La diferencia de culturas marca mucho. Otro caso es Francia e Italia, donde en la etapa del Mortirolo de hace dos años más de 200.000 personas acamparon tres días antes para coger sitio y hacer frente a los cortes de tráfico, que asumen como algo natural en beneficio del deporte, no como una jodienda que le impide llegar al Carrefour. Hay doping, sí, pero es un deporte tan universal que, en países cultos, sigue siendo el número 1 en capacidad de convocatoria
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