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martes, 12 de enero de 2021

El paso de Filomena (I)

Nos despedíamos del 2020 y algunos se las prometían muy felices con este 2021 que sin embargo ha empezado cañero. Covid disparado, El Capitolio de los EEUU sufriendo algo parecido a un golpe de estado y como guinda del pastel a los diez primeros días de este año, llega Filomena, la mayor nevada que uno recuerde en la zona y según las estadísticas, sin precedentes en los últimos 50 años.

Las predicciones meteorológicas fallaron en la primera parte de la semana, cuando ya se anunciaron algunas precipitaciones débiles en forma de nieve en los días previos y que no llegaron a producirse. Sin embargo, nos plantamos en el miércoles con el anuncio de una gran nevada confirmada. Empezaría el jueves con un aperitivo al que seguiría la gran nevada.

Llegue a ver noticias en las que se anunciaban tres escenarios:

  • El primero con precipitaciones entre los 5 y los 10cm
  • El segundo, ya más serio anunciaba precipitaciones de hasta cerca de 40cm
  • Y el tercero, al que clasificaron de apocalíptico, con espesores de más de 70cm

Así que todos estábamos más o menos informados de lo que se podía venir. A mi particularmente, lo que más me preocupaba era la predicción que daba casi 36h de nieve consecutivas (y porque el jueves no cuajó) y de una cierta intensidad. No iba a ser una nevada agresiva, pero sí de larga duración.

Así pues, a partir del viernes, todo fue sucediendo más o menos conforme al guion que nos planteaba la AEMET. Comenzando las nevadas en torno al mediodía e intensificándose conforme iba pasando la tarde hasta que empezó a cuajar al final de la misma y principios de la noche.

Fue a partir de las 20:00h cuando ya se vio que todo iba a ponerse feo. El servicio de Cercanías empezaba a estar contra las cuerdas y se anunciaba la cancelación del mismo a partir de las 22:00, algo que al final no sucedió y que habría dejado a miles de personas literalmente en la calle y sin posibilidad de volver a sus domicilios.

Por otro lado, las carreteras empezaban a tener ya muchos problemas, tanto por la nieve como por la falta de conocimiento e indisciplina de los conductores. Seguimos usando el carril izquierdo de las autovías y autopistas a pesar de que por los indicadores luminosos (en todos y cada uno de ellos) se nos indique que no lo hagamos. Ese carril tiene que quedar libre para facilitar que las quitanieves puedan pasar a abrir camino, de lo contrario las dejamos atrapadas y sin poder funcionar. Y eso es algo que deberíamos haber aprendido ya pues, aunque no haya nevadas de estas características de forma frecuente en la zona, si hemos tenido otras que ya han tenido idénticas consecuencias en este sentido.

El resto del desarrollo del paso de Filomena ya lo conocemos más o menos, así que vamos a pasar al análisis de lo sucedido en Collado Villalba.

El jueves y con la llegada del primer barrido de Filomena, el Plan de Inclemencias Invernales entró en acción esparciendo sal durante toda la jornada. Este plan según el Ayuntamiento, implica la actuación de cerca de 200 efectivos. Ojo, que se engloba en esta suma a Policía, Protección Civil, empleados de la brigada de mantenimiento y personal de las contratas de limpieza y jardines.

Así que si tenemos en cuenta que algunos de estos efectivos han tenido que seguir prestando sus cometidos habituales (aunque fuese de forma casi residual), que los servicios se han prestado durante las 24h del día durante varios días, lo que implica que aun estirando las jornadas entran en acción los preceptivos y necesarios descansos del personal, podríamos hablar de que en todo momento habría trabajado un abanico de entra 40-120 personas a lo sumo durante lo más crudo del temporal. Que la gente se borre de la cabeza la idea de 200 personas tirando sal a la puerta de su casa. Así que tomemos como referencia 80 personas y díganme cómo distribuirlas a lo largo de la geografía de nuestro municipio. Y eso que aquí nos vemos beneficiados de ser un pueblo pequeño. Imagínense cuando llegaran desde El Escorial a limpiar a Las Zorreras o desde Galapagar a El Pocillo.


Era imprescindible el priorizar las actuaciones sobre puntos estratégicos.

  • Salidas y entradas de la A6 y puentes de paso al centro.
  • Accesos a Hospital y centros de salud
  • Accesos a estaciones de autobuses y trenes
  • Calle Real, Honorio Lozano, Batalla de Bailen y Carretera de Moral para poder unir la zona de la estación con la del pueblo y evitar la incomunicación de este último.

Empiecen a repartir efectivos y verán que con esos puntos que son los más básicos empiezan a no cuadrar las cuentas y más cuando la intensidad de la nevada provocaba que el trabajo realizado se anulase en menos de una hora. Que la sal no borra la nieve, solo le hace más difícil que cuaje y que haga falta más cantidad para ello, pero Filomena venía sobrada. Además, cada cierto tiempo hay que ir a repostar sal y eso resta su buen tiempo.

Por eso no nos debe extrañar que el sábado y a pesar de los esfuerzos titánicos de unos cuantos trabajadores, el panorama fuese similar al de Toronto o Chicago. En esos momentos “comenzaba la fiesta” de la parte lúdica de la nieve para una gran mayoría de vecinos, pero los empleados del dispositivo ya llevaban en sus lomos dos jornadas maratonianas. Y eso los que han agarrado la pala estos días ya saben lo que significa y lo poco que cunde. Pero era sábado, la nieve estaba blandita y molaba hacer muñecos de nieve. Y seguía nevando…



Fotos cortesía de Jose María Simón y N.H.

Continuará…




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