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domingo, 11 de febrero de 2018

La Mini Tragamillas



Desde este blog a lo largo de todos estos años, han sido numerosas las entradas relativas a eventos deportivos y en especial a los relacionados con el atletismo, así que el nacimiento de la nueva prueba la “Mini Tragamillas” tenía que tener su espacio en el mismo.

Por ello he decidido incluir esta entrevista con uno de los miembros de la organización.

  • ·         ¿Cuál es es el motivo que os ha impulsado a lanzaros a organizar una nueva competición en Collado Villalba?

Desde hace once años, llevamos organizando la Media Maratón de Collado Villalba y hemos pensado que era un buen momento para tratar de dar un empujoncito a la que consideramos fiesta del atletismo de nuestro pueblo.

  • ·         Ante un calendario tan saturado de carreras populares, ¿hay espacio para una prueba más, máxime cuando la participación de La Tragamillas ha venido descendiendo en los últimos años?

Creemos que sí y por eso nos hemos lanzado al ruedo. Las cifras de participación de La Tragamillas se han venido resintiendo desde hace unos años debido a la gran competencia y a ciertas particularidades propias de nuestra carrera. Por ello hemos decidido “arropar” a La Tragamillas con esta versión más corta y menos dura.

  • ·         Hablemos de esos motivos que han llevado a La Tragamillas a esa bajada de la participación mientras el auge del running no para de crecer.

Es cierto que el fenómeno del running no ha parado de crecer en los once años que han transcurrido desde que se celebró la primera Tragamillas, pero no menos cierto es que este fenómeno también ha ido cambiando.

Por un lado han aparecido innumerables carreras populares por todos los pueblos y a lo largo de todo el calendario. La Tragamillas nació en un entorno donde era una carrera fantástica para preparar el Maratón de Madrid, estábamos en el selecto grupo junto con Getafe, El Pardo, Ciudad Universitaria, Madrid y Latina, todas distribuidas en poco más de dos meses y sin otras citas destacadas en las provincias limítrofes. Ahora se han ido sumando otros pueblos a lo largo de la geografía de la Comunidad de Madrid, y eso ha provocado que esos cerca de 800-900 corredores que llegaban desde más allá del eje de la A6 se hayan visto muy mermados.

Pero por otro lado, el perfil del runner de hoy en día no es el mismo que el de hace una década. El corredor popular de hace diez años descubrió el mundo de las carreras populares y le enganchó hasta el punto de que la gran mayoría acababan con un mínimo de diez carreras al año. Sin embargo el corredor de hoy en día no busca tanto el correr carreras sino simplemente el correr y se ha hecho muy selectivo a la hora de elegir las competiciones a las que se inscribe. Por ejemplo, un corredor del centro de Madrid se encuentra con que el precio de inscripción de sus dos carreras de referencia como la San Silvestre de Madrid o el Maratón, se han disparado a más del doble de lo que costaban hace siete u ocho años, por lo que si no tiene posibilidades de aumentar su presupuesto para inscripciones, tiene que “recortar” el número de carreras a las que se apunta.

Además, La Tragamillas es una carrera un tanto singular, ya que su trazado rompe piernas y con muchos tramos de tierra la hace tener la etiqueta de “carrera dura” y precisamente los corredores que buscaban antes este tipo de carreras, ahora se han pasado al fenómeno de las “carreras de montaña” y los “trails”, quedándose La Tragamillas un poco en tierra de nadie. Demasiado dura para los asfalteros y amantes de batir sus marcas, pero sin alicientes para los que siguen esta nueva tendencia.

  • ·         ¿Y cómo se plantea la organización el defender el evento?

Desde hace años tenemos claro que el running crece en gran medida en el segmento femenino, sin embargo no hemos sido capaces de lograr traspasar este efecto a las inscripciones de La Tragamillas. Centenares de mujeres de todas las edades corren por los parques de Collado Villalba, sin embargo siguen sin verse motivadas para el desafío de La Tragamillas. En unos casos por miedo a la competición, en otros por miedo a la dureza o la distancia. Si lográsemos que empezase ese trasvase del deporte salud hacia la competición, no de ganar medallas ni trofeos, sino simplemente del afán de superación y vivir la experiencia de una carrera, habríamos dado un gran paso para la consolidación definitiva de La Tragamillas.

Con esta línea de trabajo realizamos el pasado día 26 de enero un entrenamiento guiado especialmente a este segmento de público con la presencia de dos entrenadores contrastados como Alejandro González y Marina Damlaimcourt.
Alejandro González y Marina Damlaimcourt

Este es uno de los motivos que nos han movido a organizar la Mini Tragamillas, la captación de esos corredores noveles que aún tienen miedo a la distancia y la dureza de nuestra carrera. U otros segmentos importantes como los de aquellos que han visto forzada su preparación por lesiones, trabajo u otros factores personales.

Y todo ello sin olvidar otro segmento de corredores que en los próximos años empezará a tener mucha importancia, la de aquellos que por edad ya no se vean con el ánimo de correr distancias tan largas y prefieran “bajar” a zonas de confort de menos kilometraje.

  • ·         Pero choca el que siendo la proliferación de carreras uno de los factores que han influido en el desgaste de La Tragamillas, la solución planteada sea la organización de otra carrera.

Si, parece una incongruencia, pero si lo analizamos un poco en profundidad no lo es tanto. Se va a tratar de dos carreras distintas orientadas a públicos distintos. Si antes me refería al tema de la participación de las chicas en La Tragamillas, los primeros números que manejamos para la versión Mini nos hacen ser relativamente optimistas en cuanto a haber logrado el objetivo de que muchas mujeres quieran participar de la fiesta. No es fácil lograr la participación de féminas de La San Silvestre que roza el 30%, pero sin duda mejoraremos el 12.5% que presentó el año pasado La Tragamillas.

Por otro lado, la saturación del calendario en nuestra zona de influencia más próxima, no se da hasta la segunda parte del verano, cuando muchos pueblos tienen sus tradicionales pruebas pedestres coincidiendo con el inicio de sus fiestas patronales, lo que nos dejaba un hueco. No hay tantas carreras de esta distancia en fechas próximas en las localidades de nuestro radio de acción.

  • ·         ¿Pero no hay peligro de que la gente “abandone” La Tragamillas para pasarse a la Mini y dejar muy maltrecha a la carrera “grande”? ¿Hay suficientes sinergias entre una y otra prueba?

Está claro que se producirá un trasvase de la carrera de 21km a la corta, pero pensamos que ese impacto es mucho menor de lo que podemos ganar por meter esos corredores que hasta ahora no habían podido disfrutar de nuestra carrera.

Recorrido de la Mini Tragamillas
Una carrera de un tamaño medio como es La Tragamillas, necesita un mínimo de inscritos si se quiere que el proyecto sea viable económicamente. Hace unos años empezamos a entrar en el difícil punto de equilibrio entre ingresos y gastos llegando a ser una carrera deficitaria en alguna edición contrariamente a lo que la gente piensa. Afortunadamente se pudo aguantar el tirón y por eso sigue existiendo la carrera, pero sin duda se encendieron las alarmas, porque jugábamos en un terreno de juego distinto al de cuando empezamos allá por el año 2007. Los patrocinios son menores, las inscripciones bajan en número, no puedes subir precios y tu vocación es la de mantener unos estándares de calidad que siempre han sido santo y seña de la carrera.

La nueva carrera nos facilita más corredores y por tanto más ingresos. Muchos de los gastos son compartidos y los recursos, especialmente los humanos serán los mismos,  pero también vamos a tener nuevos  gastos como por ejemplo los premios y trofeos o en cronometraje, ya que es un servicio que hay que reforzar y la inscripción de la carrera mini a duras penas paga el coste de la bolsa del corredor. Afortunadamente hemos logrado algún nuevo patrocinador para compensar la perdida de alguno que se “ha caído”, lo que nos hará ir con las espaldas un poco más cubiertas y con el riesgo más controlado. Pero en este tipo de eventos te hace falta un mínimo de participación para cubrir gastos y nos estábamos acercando peligrosamente a él.

  • ·         ¿En qué situación estaríamos hablando de que la iniciativa habría sido un éxito? ¿Qué es lo que como organizador le da más miedo o teme que le deje alguna noche en vela?

Todo lo que fuese sobrepasar las 1200 inscripciones conjuntas estaría muy bien y alcanzar las 1300-1400 sería un éxito sin ninguna duda, ya que no solo habríamos tapado la hemorragia, sino que habríamos logrado un crecimiento de un 20-30%.  

Como organizador, los mayores miedos o nervios, vienen dados por todo lo que significa el luchar contra el factor de la novedad, especialmente en el tema del recorrido. Collado Villalba es un municipio complicado para organizar este tipo de eventos por las dificultades de movilidad.

Y en el capítulo deportivo, el que la carrera mini no provoque alteraciones en el desarrollo de la media maratón. Es decir, que los corredores no se equivoquen en los desvíos, que los más rápidos de la “mini”  se encuentren las zonas de avituallamiento limpias y no tengan que ir esquivando demasiadas botellas, ya que hay que tener en cuenta que a su velocidad requiere un esfuerzo y atención especial, así como que los adelantamientos de estos corredores más rápidos a los corredores más lentos de la media maraton, sean fluidos. En todos estos factores se centraran buena parte de nuestros esfuerzos como organizadores de aquí a la disputa de la prueba
Si conseguimos atar todos esos cabos, creo que si el tiempo acompaña, tendremos una fantástica jornada de atletismo popular en nuestro pueblo.

Desde el blog solo desear que el evento sea todo un éxito y que Collado Villalba se reafirme como referente del atletismo en toda la comarca.


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