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miércoles, 5 de enero de 2011

Vamos, que vosotros podeis...

Hoy es la noche mágica que tanto ansiábamos cuando éramos niños y eso uno que es de los que no tenía juguetes en abundancia sino más bien todo lo contrario. Del mismo modo debo decir que jamás me faltaron, aunque rara vez atendían a mis verdaderos gustos sin yo encontrarle el motivo, ya que no era malo y de haberlo sido, digo yo que me habrían traído carbón y este es el momento en que habiendo dejado mi niñez muy lejos, aún ni lo he probado.


Según vas abandonando la edad de la inocencia y sobretodo viendo como se ha ido desnaturalizando la fiesta, uno siente rabia por ver como se ha convertido la fiesta en una fábrica de crear “niños estúpidos” y es que parece que este día pusieran un medidor de estupidez no solo a los críos, sino a sus padres, que se gastan autenticas barbaridades en complacer los caprichos de unos niños que no saben valorar el precio de las cosas y que además como nunca se quedan con las ganas de algo, rara vez se ven complacidos aunque tengan el mejor de los regalos posibles. Es la victoria de la sociedad de consumo y la derrota de la ilusión, la solidaridad, el esfuerzo y el amor, que en un día como hoy parece que estuviese en los estantes de El Corte Inglés.

Sin embargo, como uno es de otra generación, sigue conservando un pequeño reducto de ingenuidad y esperanza y espera que los Reyes Magos se asomen en esta noche por nuestro municipio y nos dejen regalitos a todos, yo por si acaso, como no me da tiempo a escribirles la carta, se lo dejaré puesto en un post it y en plan teletipo y a ver si lo logran.

2 comentarios:

  1. Gracias por esta entrada. Razón no te falta. El consumismo ha ganado al significado verdadero de estas fiestas. Unas fiestas que se han convertido cada vez en más molestas por esa puñetera gente que no hace más que lanzar petardos en la puerta de tu casa, papeleras, etc y que le importa tres pimientos si estás "reventao" de trabajar y quieres descansar. Como la mayoría son estudiantes (aunque de estudiantes reales tienen lo que yo de Rafa Nadal) y no se tienen ni que levantar a currar pues a molestar.
    Volviendo al título de la entrada, en general los niños y jóvenes han experimentado un preocupante declive desde mediados de los 80 y sobre todo los 90. Antes éramos felices con lo que nos trajeran los reyes. El puzzle de turno o lo que sea. Hoy incluso les traen Ipods, portátiles, play station 3, etc y aún así no están contentos, quieren más y más. ¿Hacia donde va la sociedad?. Si ahora son así no quiero ni imaginarme cuando los jóvenes de hoy (por suerte quedan excepciones) sean los padres del mañana.
    Como digo, no son ya sólo por los regalos, sino que los niños y adolescentes rebosan una soberbia y falta de educación que debería empezar a preocuparnos muy seriamente.

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  2. Anónimo, gracias por tu opinión. La verdad es que en la sociedad actual, parece que el amor a los hijos se mide en lo que te gastas en ellos.
    La viñeta de Forges me parece fantastica, porque muchas veces se nos olvida lo importante que es compartir con ellos las pequeñas cosas, que seguro serán las que perdurarán en su recuerdo.

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