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martes, 30 de marzo de 2010

Tragamillas de Records

Se veía venir tras el éxito de la edición de 2009, que la de este año tendría que ser la edición de la consagración y el punto de inflexión que iba a hacer cambiar a una modesta carrera en una de las más prestigiosas de la Comunidad de Madrid. El motivo de todo ello ha sido que la esencia con la que nació esta carrera se ha ido manteniendo año tras año y se han tratado de pulir todos esos fallos que la inexperiencia nos hizo cometer en las primeras ediciones. Evidentemente no somos la carrera perfecta, pero si al menos somos una carrera valorada por la mayoría de los corredores que a ella asisten y esos son los rasgos de identidad que deben mantenerse.

Hasta este año la progresión en la cifra de inscritos había sido constante, pero lejos de lograr el objetivo de 1500 que nos fijamos desde el segundo año al ver que la cifra de partida de la primera edición se cumplió sin problemas. Querer meter a 1500 atletas en una media maratón en Collado Villalba con la cantidad de carreras ya consagradas que se suceden desde finales de enero hasta la fecha del Mapoma no era una tarea fácil. Pero para ello nos pusimos a trabajar y tras un segundo año en el que las cosas no salieron todo lo bien que todos hubiésemos querido, al tercer año pusimos toda la carne en el asador e iniciamos una nueva forma de gestionar la preparación de la carrera. Había que contrarrestar los puntos negativos que habían hecho que algunos corredores no terminasen de ver nuestra carrera como una carrera distinta. Pero sobretodo teníamos que saber venderla mas allá de nuestra área de influencia, donde posiblemente no existiese una masa de corredores suficiente para alcanzar los objetivos fijados.

Así de esta forma comenzamos a hacer una clara apuesta por internet, que ya nos había dado muestras de que era por donde pasaba el futuro especialmente si teníamos que captar corredores mas allá de la Sierra del Guadarrama. Así un 8.5% de los corredores de la prueba en este año 2010 tenían su procedencia fuera de la Comunidad de Madrid, porcentaje ligeramente inferior al del año anterior pero cifra casi idéntica, lo cual no está nada mal teniendo en cuenta la crisis económica y la proximidad de fechas con una carrera competencia muy directa de la nuestra como es la Media Maratón de Segovia, que ha provocado que de la provincia vecina este año solo se hayan acercado 16 corredores frente a los 58 del 2009. Motivo por el que hemos asistido a un cambio en el pódium de provincias más representadas en la carrera, pasando a ocupar el primer puesto la provincia de Salamanca, compartiendo el segundo puesto segovianos y abulenses, seguidos muy de cerca por vallisoletanos. Un poco más rezagados estarían los atletas zamoranos, alcarreños y toledanos.

En lo que al capítulo de inscripciones se refiere, hemos asistido a un lento pero constante proceso de incorporación de la mujer al mundo de las carreras y así hemos pasado del 6.60% de participación sobre el total de inscritos en el año 2008 a un 9.16% en la edición que tributaba un merecido homenaje a Josefa Cruz, que ha contribuido de forma muy activa en que esa cifra se haya elevado este año.

Pero pese a todo esto, la carrera seguía teniendo su talón de Aquiles en lo que a la calidad de la participación. Sin desmerecer a quienes han ganado o han corrido esta prueba a lo largo de su corta vida, empezaba a pesar como un lastre el no tener un ramillete de buenos corredores todos los años en la línea de salida. En cierto modo esto ya empezó a cambiar el año pasado con la presencia de José Félix Ortiz, un corredor que goza de gran admiración en la comunidad de los corredores populares, que tuvo un bonito duelo con Ramón García de los Huertos, otro atleta que ya forma parte de la historia de la Tragamillas tras sus dos pódiums consecutivos y por no haberse arrugado en ninguna de sus cuatro participaciones. Y si ha sucedido esto con los chicos, los dos triunfos de Beatriz Fernández han supuesto un soplo de aire fresco a una prueba dominada hasta entonces por atletas veteranas con marcas más discretas.

Pero el éxito deportivo de la edición de 2010 va a ser difícil de repetir, pues tener en la línea de salida a tanto atleta con marcas por debajo de 1h 15’ se antoja casi imposible sin la existencia de los premios en metálico. Sin duda alguna, el incentivo del premio especial de 300€ por batir el record de la prueba hizo su efecto y cerca de una decena de corredores se acercaron a Villalba con ese objetivo que finalmente alcanzo el vencedor, que paró el reloj en 1h08’45”, lo que sitúa el record en un tiempo muy exigente para los que traten de batirlo. En chicas el reto no pudo ser alcanzado por la vencedora que tal vez acuso el esfuerzo del maratón de Sevilla y la falta de una competidora que la presionara.

Os dejo una batería de datos curiosos, que ilustran la parrafada de este texto con el que doy por concluida la información de la Tragamillas 2010.


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Fotografía cortesia de Alvaro Jimenez.

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