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domingo, 15 de junio de 2008

Recuperando sensaciones


Hacía ya un tiempo que no disfrutaba del placer de salir a correr debido a la lesión que me surgió a raíz de la Tragamillas de este año. Sin embargo la aparición de una cita muy interesante me puso de nuevo “on the road”.

Así hace unos cuantos sábados volví a reencontrarme con la sensación de un rodaje largo. Una vez calzadas las zapatillas, salí sin un rumbo fijo, solo estábamos yo y mis pensamientos y el recorrido que inicie en un primer momento fue cambiando conforme mis zancadas aumentaban y me sentía mas liberado por volver a tener buenas sensaciones.

Así cambie el inicial recorrido hacia El Campillo por el no menos interesante hacia el embalse de Valmayor, ya que tenia interés en ver cual era su estado tras las últimas lluvias. Y justo al cruzar la carretera de Galapagar me encuentro con una sorpresa, ya que se ha acondicionado la pista que lleva hacia la ermita de El Guijo. Una remodelación que marca la cañada a base de unos montículos de piedra y que tapa varios accesos a la misma para evitar que los vehículos deterioren lo que debe ser un terreno protegido. A todo ello, se le acompaña con una serie de paneles informativos, que te indican que estas en una ruta de interés del municipio de Galapagar. En definitiva, una muy buena idea y que resultara muy vistosa cuando se termine de ejecutar.

Ese día termine bastante tocado, pero medianamente satisfecho, pues hacia tiempo que no conseguía sobrepasar la barrera de los 10km y al final hice mas de 14 ya que cambie de nuevo el recorrido y me deje llevar por un extraño impulso que me hizo ir por la puerta verde hasta el centro de Galapagar y volver a Villalba por la subida del cementerio.

En la semana siguiente seguí entrenando con regularidad, pero en esta ocasión preferí tirar hacia el norte y así, el viernes me dispuse a hacer otro rodaje largo, ya que dejarlo para el sábado podría ser un error a la vista de las predicciones metereológicas. Iniciando la vuelta a la dehesa, decidí salir con destino Moral zarzal atravesando la Chopera. El tiempo estaba un tanto inestable, pero parecía que me iba a respetar por lo menos durante el tiempo que tardase en realizar el recorrido. Mientras atravieso la Chopera intento hacer un análisis de lo que por allí veo. Efectivamente, muchos de esos árboles están gravemente enfermos, incluso algunos murieron ya hace mucho tiempo, lo que me lleva preguntarme, ¿por qué no se tomaron medidas a raíz de que esos primeros ejemplares se viesen afectados?

Sigo por la pista que me llevará al Cerro y veo el mismo montón de escombro que lleva siendo testigo del paso de todos los que por allí deambulan desde hace ni se sabe ya cuanto tiempo. Solo un poco mas adelante cruzo el pequeño puente de piedra que te permite pasar el arroyo de la Poveda, el cual se ha desbordado por las repetidas lluvias y unos metros mas arriba imposibilita el paso por el camino, pero no se trata de un problema sin solución, ya que afortunadamente, unos compañeros me enseñaron una semana antes el paso por unas piedras para saltar la tapia que delimita el camino con las fincas aledañas.

De esta forma consigo salvar el paso inundado por el camino del Cerro y retomar el mismo mas arriba, justo en la zona de las piedras, la cual como las otras veces que he salido a correr por la zona, se me ha agarrado de manera muy apreciable. Finalmente llego a la zona de Moralzarzal y allí la “explosión de vida” es total y no solo por las vacas que placidamente pastan o se encuentran tumbadas en los pastos de El Cerro, sino también por los cuatro conejos que salieron a mi paso desde un matorral. Sin duda eso animo lo que empezaba a ser una jornada de duro entrenamiento, ya que la salida del miércoles había provocado una cierta pesadez de piernas y lo cierto es que ahora no soy capaz de asimilar la acumulación de esfuerzos.

Muy tocado tras los dos repechos del Cerro, salgo a las calles del vecino municipio, donde las piernas están a punto de decirme “basta ya”, hasta tal punto, que los gemelos están tan cargados que decido parar un par de minutos a estirarlos un poco y poder continuar la ruta, que en esta ocasión a diferencia de la semana anterior, tendrá como vuelta la subida a Fontenebros, que desde Moral es mas corta, pero no deja de tener su dificultad.

Desde Fontenebros todo el camino es favorable hasta llegar al lugar desde el que partí, pero el cuerpo esta tan resentido que no me fijo en el cronometro y en que he realizado una salida bastante mas corta de lo que hubiese sido recomendable para la prueba que estaba preparando y es que este iba a ser el último entrenamiento de calidad con vistas al evento, si bien luego el lunes volvería a dar dos vueltas a la dehesa a ritmo suave y el miércoles desde el Planetocio daría otra mas, en un día que me sembró de dudas de cara a la carrera, ya que en ningún momento me sentí cómodo y por la cabeza me empezaron a pasar los fantasmas de no lograr ni tan siquiera terminar la carrera de ese domingo o sufrir hasta limites que no conocía.

A pesar de todo, los entrenamientos de las últimas dos semanas me habían devuelto a un mundo que me ha dado mucho en los últimos años y que me ha permitido conocer lugares que de otra forma no habría conocido, incluso dentro de mi propio pueblo. También me ha permitido observar como el medio natural ha perdido lugar a favor del ladrillo hasta unos límites en los que deberíamos empezar a alarmarnos y tomar medidas. Afortunadamente, iniciativas como la recuperación de la Cañada Real Segoviana por parte del municipio de Galapagar, ponen un punto de optimismo a una visión realmente apocalíptica del medio ambiente en la Sierra de Madrid. Tal vez habría que recomendar a nuestro alcalde que se diese un paseito y viese las maravillas naturales que hay a nuestro alrededor, para ver si así recapacitaba sobre el tema del hospital en la Chopera, porque parece que con “recomprar” el Coto ya ha cumplido en la materia medioambiental para toda la vida.

1 comentario:

  1. Recupera, recupera, ahora la tarea es recuperar. No habra chopera, habra un centro comercial en la ITV para regocijo de todos los paletos con mente peque;a que no ven mas alla, del felpudo de su puerta. Deseo que todo el peque;o comercio se eche a la calle. El LLAMADO ALCALDE DE COLLADO VILLALBA HA DESTRUIDO EL PUEBLO. LARGATE CHURRERO, LARGATE.

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