A lo largo de todos estos años he ido publicando numerosas entradas en el blog relativas a uno de los eventos de más interés y mayor poder de convocatoria de cuantos se celebran en nuestro pueblo, me refiero a la Tragamillas.
Sin embargo, permítanme que esta vez abandone el plano puramente deportivo para pararme por un momento en algo que ha tenido una gran repercusión y que ha permitido descubrir parte del talento oculto que se encuentra nuestro municipio.
Desde hace unos años, la organización trata de arropar a la carrera con otro tipo de eventos o actividades que aporten sinergias entre el organizador y el colaborador. En esta línea, han sido varios los años en los que la carrera ha contado con una canción oficial. Una canción promovida por algún cantante o músico relacionado con el pueblo o con alguna organización local. Así hemos tenido ya a lo largo de estos años un par de versiones rock ,otra rociera o incluso una sinfónica. Sin embargo la de este año ha sido sin duda la que más repercusión ha tenido y es que a la calidad musical ha habido que añadir el componente emocional y es que la canción ha tocado la fibra sensible de buena parte de la población local.
Un repaso breve de unos 5 minutos por la vida en nuestro pueblo de una generación claramente marcada por la época en la que Villalba gozaba de mayor esplendor. así Carlos Alevito nos ha ido repasando lugares que forman parte de nuestra memoria y ese personaje al que le “había dado por el running” ha sido como un espejo en el que nos hemos visto reflejados muchos de nosotros.
Y junto al talento de Carlos Alevito y la Eterna Promesa, también se nos ha destapado el talento de los chicos de ImproviSierra. Un grupo de jóvenes que realizan teatro de improvisación dentro de nuestro municipio. Se trata de una actividad a la que recomiendo asistir al menos una vez, porque seguro que se lo van a pasar realmente bien .
Dejar los prejuicios en un cajón en casa y disfrutar por una vez del teatro de improvisación, que nada tiene que ver con con la idea que muchos teníamos de un teatro en el que se saca el espectador y se le somete a chanzas y burlas comprometiendole de cara al público sino que muy al contrario, son los intérpretes los que se ven sometidos a situaciones comprometidas forzadas por los guiones condicionados por los asistentes al teatro.
Yo he asistido a una actuación profesional de este tipo en uno de los teatros de la Gran Vía llamado “Corta el Cable Rojo”. También había visto ya a este grupo, Improvisierra actuando en otro par de ocasiones y les aseguro que aunque un poco más modesto, bien merece la pena pasar por ahí al menos para ver algo diferente, algo que se agradece en un pueblo tan carente de ofertas de ocio y más cuando las alejas de la parte puramente gastronómica o de alterne y tratas de centrarlas en lo cultural, donde más allá del cine poco puede encontrarse.
El listón ha quedado muy alto este año. ¿Conseguirá Jose Castillo mejorar lo conseguido este año?
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domingo, 24 de marzo de 2019
martes, 19 de marzo de 2019
Loco por incordiar
No sé si se me habrá
echado de menos durante esta larga ausencia en redes sociales y en el blog,
pero a juzgar por el número de visitas parece que no demasiado.
No es que me apetezca
demasiado escribir pero lo cierto es que tampoco quiero dejar de lado lo que en
un momento ha sido una parte importante de mi ocio y tiempo libre.
Y por otro lado está el
compromiso que de una forma u otra a través del blog he adquirido con el pueblo
en el que he vivido toda mi vida. Y es que Villalba me duele como decía Unamuno.
Me duele ver cómo se
degrada día a día, me duele ver que todo el mundo hace críticas y nadie aporta
nada, me duele ver la pasividad de nuestros políticos y la clase dirigente. Me
duele ver que ninguna de las opciones que se presentan a las próximas elecciones
me provoca interés y muy al contrario me generan desconfianza en su mayoría. Me
duele ver como poco a poco nos lo vamos cargando y me duele ver como el futuro
cada dia presenta mas nubes en el horizonte.
Es tal vez por ello por
lo que no puedo quedarme cruzado de brazos a pesar de que sé que yo solo poco
puedo aportar, pero al menos que tenga mi conciencia tranquila. Y no es que yo
sea mejor que nadie ni que tenga la solución a los males de este pueblo, pero
como digo, no puedo quedarme de brazos cruzados y aunque sea un pequeño granito
de arena tengo que tratar de ponerle en el montón
Así que lo siento si incordio
a algunos pero creo que aún me queda cuerda para rato y aquí seguiré tratando
de hacer lo que llevo haciendo durante más de 10 años con más o menos éxito,
con mejores o peores resultados, pero ante todo tratando de contribuir a que
este pueblo no muera y tratando de recuperar la ilusión perdida en él.