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miércoles, 28 de abril de 2021

Ruta de la tapa 2021

Haciendo el deporte nacional en el que se ha convertido el “tontear con el móvil” y pasarte largos ratos viendo información que te llega en cascada al mismo, el pasado jueves por la tarde me veo sorprendido por una comunicación en un grupo de Facebook de un usuario al cual no sigo.

Se trataba de un local de hostelería anunciando la edición de este año de la Ruta de la Tapa. Me quedo un poco perplejo, pero como estoy fuera no me puedo poner a “bichear” sobre el asunto, pero me pica enormemente la curiosidad. ¿Cómo es posible que siguiendo si no todas, casi todas las RRSS del Ayuntamiento no haya recibido con anterioridad esa información a falta de menos de 24h para dar comienzo?

Entro en la web  www.villalbaactiva.com que es a la que hace referencia el cartel que ha colgado ese local y no hay ni rastro del tema. Se supone que el Ayuntamiento es el máximo impulsor de la iniciativa y el que da respaldo y apoyo publicitario y de difusión y sin embargo en las horas previas la información es cero. Lo cual me lleva a lo que ya he comentado en otros eventos organizados o respaldados por el Ayuntamiento, que no se trata solo de que se hagan pocas cosas y que las que se hacen se hagan de aquella manera, es que luego no se saben vender y poner en valor.


Pero antes de analizar más aspectos de la Ruta, estudiemos el contexto.

Está claro que aún no hemos superado la pandemia y que el fomentar actuaciones que impliquen un aumento de la movilidad no es tema baladí y más cuando estamos luchando contra el estallido de una tercera ola sin casi habernos repuesto de los terroríficos datos de la segunda. Pero no menos cierto es que la hostelería necesita algo más que un empujoncito después de llevar más de un año en el que en el mejor de los casos ha podido trabajar al ralentí.

¿Era este el mejor momento para llevar a cabo una acción de este tipo? Pues seguro que no nos vamos a poner de acuerdo, pues unos pensaran que es un “acto suicida” estando como estamos, mientras que otros pensaran que ahora más que nunca, pues, aunque en otro momento se le pudiese sacar más repercusión y más rédito económico, ahora mismo cualquier impulso es poco y será bien recibido. Y quién sabe si el dejarlo para el verano no sería demasiado tarde para unos cuantos viendo cómo van cayendo locales poco a poco.

Así pues, creo que lo mejor es apelar al buen criterio de cada uno y a la responsabilidad de todos. De los hosteleros en garantizar al máximo las condiciones para que sus establecimientos sean seguros y a los clientes en que hagamos uso de sus servicios respetando todos protocolos que ya conocemos. Distancia, mascarilla cuando no se consume, etc.

Así que todo este contexto nos lleva a una situación tremendamente extraña para el desarrollo de este evento, hasta el punto de que se dará la contradicción extrema de una Ruta de la Tapa sin servicio en barra, algo realmente inconcebible en otras circunstancias.

Como decía anteriormente, a menos de 24h para que arrancase el evento no había ninguna comunicación oficial por parte del Ayuntamiento en sus redes sociales.  Ya con el evento arrancado sí que hemos podido consultar algunos de los aspectos básicos de la ruta como son los horarios de los locales (este año se supone que puedes degustar la tapa en cualquier día a cualquier hora dentro de sus horarios habituales). Recordemos que ha habido ediciones en las que el horario se limitó a los fines de semana.

Sin embargo, no hay ninguna mención hacia el coste de la tapa, algo que no suele suceder en este tipo de eventos, pues la mayoría de las veces llevan un precio cerrado y homogéneo en toda la ruta. Me han soplado por ahí que rondan precios entre los 2 y los 2.50€. Si se confirman, me parecen precios muy accesibles dada la presentación y la calidad que se ve en la publicidad de la web. Parece que han quedado atrás los tiempos en los que las tapas eran unos calamares rebozados o cosas muy simples y sin imaginación al más puro estilo “salchipapa”.

Esto último me parece muy interesante, pues es una apuesta clara de los hosteleros que participan en el evento (a pesar de ausencias muy destacadas) para ofrecernos una carta de presentación distinta a la habitual y quién sabe si alguno decidirá incluso hacer algún cambio en sus cartas o sus dinámicas de trabajo a raíz de su experiencia en la ruta y de esta manera encontrar nuevas vías hacia el éxito. Al contrario que en otros años, el hostelero ha arriesgado (tal vez porque tiene poco que perder dadas las circunstancias) y se ha lanzado a la aventura que esperemos sea exitosa. 21 propuestas detrás de las que hay mucho trabajo e ilusión tras un año muy complicado.

jueves, 22 de abril de 2021

Frente a frente en campaña

Foto de los simpatizantes de Vox
Ya estamos de nuevo sumidos en una nueva campaña electoral. Y ya van no sé cuántas en los últimos cuatro años, que uno parece que vive en una campaña electoral permanente, donde mucho se pregona y poco se gobierna.

En este caso son las elecciones a la Comunidad Autónoma de Madrid, que por una extraña carambola se ha visto implicada en la onda sísmica del terremoto de Murcia y en el afán de protagonismo de su Presidenta en funciones y su falta de conexión son sus socios de gobierno.

Fuere por lo que fuere, ya tenemos toda la artillería pesada en marcha pues, aunque la campaña empezó en la noche del viernes al sábado, ya llevan tiempo unos y otros luciendo artillería a la espera de desplegar sus V1 y V2 o “armas maravillosas”.

Y en estas que Collado Villalba se convierte en un punto estratégico que todas las candidaturas trataran de trabajar en mayor o menor medida, como han venido haciendo en los últimos comicios y más si se trata de los autonómicos. Es algo lógico, pues hay un censo de casi 30000 votos en juego y, además estamos hablando de que, aunque no seamos la Capital de la Sierra, si somos “La Puerta de la Sierra” y la Sierra del Guadarrama ya no son cuatro pueblos de veraneantes, es algo más. Hay que contar con la comarca y más en unas elecciones con el resultado tan incierto.

Abrió el fuego Mónica García de Mas Madrid, que nos visitó el pasado 4 de abril. Ya sabemos de los buenos contactos del concejal local con las altas esferas de la formación que lidera Iñigo Errejón. Por lo visto se dio una vuelta por el Paseo del Rio para defender causas ecológicas como el cuidado de los cauces fluviales y su recuperación, la lucha contra las casas de apuestas, etc. Cosas muy del programa de la nueva izquierda que representa esta candidatura, así como la de Pablo Iglesias. Recordemos que las encuestas dan por ganadora por goleada a Mónica en el duelo particular entre ambas formaciones. De momento el efecto Iglesias no ha sido suficiente para doblegar a la candidata del partido “Errejoniano”.

Justo tras el bocinazo de salida de la campaña, Isabel Díaz Ayuso se pasó por Collado Villalba para dar un mitin arropada por alcaldes del Partido Popular de la zona. El marco elegido era la zona noble del pueblo, cuyo máximo exponente es el Parque Peñalba. El discurso de Ayuso vino siendo lo que ya todos más o menos sabemos, vender a su partido como el garante de las libertades frente al intervencionismo de la izquierda con Podemos y su modelo comunista como máximo exponente. En este acto Isabel Díaz Ayuso recibió algún que otro abucheo y se trató de boicotear el acto, aunque todo quedó en un conato que produjo un cierto efecto boomerang.

Y así nos plantamos en el martes, el día que ha sido más interesante hasta ahora. Mientras algunos partidos aún no han pisado el acelerador y se limitan al reparto de propaganda en mano en el mercadillo (PSOE), otros como Ciudadanos intentaban remendar sus maltrechos carteles de los tablones, una misión que parecía resultarles casi tan difícil como recomponer el partido o al menos eso me pareció al ver a dos concejales, la pareja de uno y un alto cargo de la ejecutiva luchando grapadora en mano.

Pero el acto estrella iba a ser el de Vox, que nos traía a Ortega Smith. Un primer espada digno de la gran  Plaza de los Belgas. La tarde se prometía interesante, pues está claro que Vox levanta pasiones encontradas allá donde va. Y eso que desde Podemos se ha instado a sus simpatizantes a que no vayan a boicotear actos de la formación de Abascal para evitar espectáculos como los de Vallecas que han hecho que el partido de extrema derecha tenga una mayor presencia mediática en estos momentos decisivos.

Aun así, unos 20 jóvenes anti fascistas se congregaron en la plaza, que quedó distribuida de la siguiente forma. El pequeño pedestal del orador se situó en las cercanías de las escaleras que dan acceso al DIA, mientras que en el lado opuesto situaron una carpa con folletos y demás material publicitario. Situados a la izquierda del orador, el grupo de antifascistas convenientemente controlados por aproximadamente una docena de agentes de la Guardia Civil. Aunque había más en otros puntos de la Plaza, así como al menos otras tres o cuatro parejas de municipales. Mientras, en el lateral de los juzgados y en un segundo plano, aguardaban varias unidades de antidisturbios de la Policía Nacional, tan extraños de ver en estos lugares.

Y alrededor de la plaza una buena cantidad de curiosos haciendo fotos y grabando videos.

Cuando pasé en un primer momento, el evento no había comenzado y el sector izquierdo de la plaza se mostraba un tanto revuelto, aunque sin llegar a dar quebraderos de cabeza más allá de querer aproximarse más al evento y poder poner su altavoz con música a todo volumen para boicotear el evento. Sin embargo, la fuerte presencia de la Guardia Civil hizo que la mayoría tomase una actitud más pasiva y obedeciesen a las Fuerzas del Orden.

Como aquello no arrancaba, decidí continuar con mi paseo, que al fin y al cabo era para lo que había salido.

Al cabo de unos treinta minutos, volví al lugar con el acto recién acabado. Por la calle Alonso Pena me cruce con unos veinte simpatizantes de Vox que volvían a sus casas a pesar de que por allí seguía Ortega Smith satisfaciendo las demandas de fotos y demás de sus “groupies” cual famous rock star. Allí quedaban unas 200 personas como mucho, por lo que podríamos decir que el éxito de la convocatoria fue importante, pero nunca lo que algunos están queriendo hacer ver por las RRSS y ni falta que hace tal como está la pandemia.

Allí seguían mientras en la otra parte de la plaza los antifascistas, bastante más calmados que en el pase previo. De vez en cuando se arrancaban con frases del tipo “Abascal, ponte a trabajar”. Algo más que chocante dicho por un grupo donde la verdad, pocos parecían estar en situación de poder exigir, pues no creo que muchos estén dentro del mercado laboral por su edad. Pero es que, además tampoco parecían alumnos demasiado brillantes y más después de  ver su pancarta en la que se podía observar como el “Protégete de Vox”, había sido escrito inicialmente con “J”.

Foto de los contrarios a Vox


Algunos de estos chavales, ya cansados de estar allí decidieron moverse y abandonar la zona restringida que tenían. Curiosamente, los defensores de lo público y la ecología, lo hicieron “pisando” las zonas ajardinadas de la plaza. Que bien es cierto que parece naturaleza muerta, pero da otra muestra de incongruencia y falta de respeto. Inmediatamente la Guardia Civil les dijo que se tenían que mantener allí hasta que ellos les diesen permiso.

No me quede allí viendo el asunto, pues pensé que ya estaba todo el pescado vendido. Ya en casa pude ver algún extracto del discurso de Vox, con su mensaje incendiario y populista que tanto agrada a algunos y enciende a otros. Y por medio, una gran mayoría que no simpatiza ni con los de un lado ni con los del otro. Viendo como cada vez se radicalizan más las posturas y no encuentran garantías a la hora de depositar su voto. Al final, la sensación que tenemos muchos ciudadanos, es la de que somos unos auténticos “huérfanos” que desde hace ya bastante tiempo no tenemos la tutela del “bipartidismo” y los “servicios sociales” de los nuevos partidos nos han dejado tirados empalmando una crisis tras otra sin dar soluciones y sin ser capaces de llegar al más mínimo consenso que nos ayude a enfocar el futuro.


P.D.

Pocas horas después de la celebración del acto, se conoció la defunción del concejal de Vox Mario Martín víctima del Covid 19. Justo a la finalización del acto del martes, su compañera en el Ayuntamiento tuvo palabras de recuerdo hacia él sabedora de su grave estado de salud.

Una muerte que llega casi sin haber asimilado la de Maribel García de Mas Collado Villalba Corazón Villalbino el pasado día 11 de abril. Dos muertes que han sacudido la vida y la política local y que esperemos sirvan al menos para que nuestros políticos vean que en la vida las cosas importantes no entienden de colores.

Descansen en paz.

Mario Martin. Foto de La Voz de la Sierra


Maribel García. Foto de Facebook



sábado, 10 de abril de 2021

Torrijeando

Torrijas de Nunos
Pues ya ha pasado otra de las fechas marcadas en rojo en el calendario, la Semana Santa. Ha sido la segunda vivida en mitad de la pandemia y esperemos que sea la última, pero a día de hoy todo sigue moviéndose en el terreno de la incertidumbre y las especulaciones.

Con respecto a la del año pasado hemos ganado en movilidad pues, aunque hemos tenido el Estado de Alarma con sus toques de queda y los cierres perimetrales autonómicos, al menos dentro de nuestra Comunidad Autónoma nos hemos podido mover, que recordemos que el año pasado a estas alturas estábamos en casita saliendo solo para lo imprescindible, que para muchos era poco más que hacer la compra de alimentación y tirar la basura.

Ha sido una Semana Santa un tanto extraña sin procesiones de Cristos, Marías Magdalenas y demás iconografía eclesiastica y con las peregrinaciones por la A6 notablemente reducidas. Así que, a falta de poder disfrutar de placeres mayores, nos hemos tenido que encomendar a los placeres más accesibles como el de disfrutar de unas buenas torrijas.

Y es que cuando llegan estas fechas, las RRSS se pueblan de imágenes del famoso dulce y se empieza a preguntar en donde se puede comer la mejor torrija. Algo parecido a lo que sucede en Reyes con el tradicional roscón. Sin embargo, aquí los obradores juegan con el inconveniente de tener que luchar contra las tradicionales recetas que van pasando de generación en generación y que hacen que una gran parte de la gente se hagan ellos mismos el famoso postre, pues la receta no es tan complicada como la del dulce navideño.

Así que en contra de mi “no dieta”, recopilé algunos lugares donde leí críticas muy favorables sobre la calidad de sus torrijas con la idea de probar alguna de ellas, a pesar de que en casa había un buen arsenal.

De un tiempo a esta parte, la torrija se ha ido convirtiendo en un elemento pujante en la carta de postres de algunos de los mejores restaurantes. Unas torrijas de diseño que cada vez se alejan más del dulce austero del que disfrutaban nuestros padres.

Particularmente soy reacio a tomar ese dulce cuando salgo fuera, pues han sido bastante más los patinazos que los aciertos. Por no hablar de hace un par de años cuando bajamos a Madrid a probar las de uno de los obradores más famosos “Nunos”, que se suponía había ganado el galardón a la mejor torrija en el año anterior. Pues bien, las torrijas no eran tan excepcionales ni guardaban mucha relación con el espíritu del dulce tradicional. Eso sí, la ostia al bolsillo era para enmarcar el ticket, pues al venderlas al peso no te podías hacer una idea de la magnitud del ostión.

Por lo cual y ante los precedentes ya mencionados, este año apostamos por opciones más clásicas como la de Paco Pastel (San Lorenzo de El Escorial) que había ganado el premio a la mejor torrija de Madrid de este año, la de Hernández (Guadarrama) que también había sido bastante nombrada en RRSS y de la que mi cómplice de fechorías se declara admiradora y finalmente la de la Cafetería Barquín.

Así que, puestos a la faena de la cata, deciros que la de Paco Pastel es una gran torrija de estilo tradicional. ¿La mejor? Pues sinceramente en mi opinión no, pues presenta una dominancia del aceite excesiva. Ya sabemos que es un dulce frito y que la presencia del aceite es tan ineludible como las calorías que aporta, pero en mi opinión se hace excesivo

Torrijas de Paco Pastel

En cuanto a la de Hernández, puedo corroborar como muchos decían en RRSS que es la gran torrija tradicional de la Sierra. Al contrario que en la de Paco Pastel, en esta no se aprecia el sabor del aceite pues queda borrado por completo por la emulsión de leche, azúcar, etc. en la que casi nada la torrija. Por ponerle algún pero, la canela es casi imperceptible, pero eso también pasa en la de Paco Pastel y en casi todas las torrijas que he probado últimamente.

exterior cafetería Barquin
Y por último, la torrija de la Cafetería Barquín, que fue la primera en caer y de la que no dispongo de testimonio gráfico. Lo primero destacar que si he elegido esta y no la de un obrador de pastelería, es debido a las inmejorables referencias de las que gozaba. Es curioso que un lugar como este se vea apoyado de forma tan unánime y ante un público tan heterogéneo en las RRSS. Debo destacar que me costó convencer a mi alter ego en temas de glotonería de que diésemos una oportunidad a este lugar, pues las apariencias no le atraían, pero ya le dije que si tanta gente estaba compartiendo la misma opinión y ese lugar no se caracterizaba por tener “hooligans” en las RRSS, es que algo tenía que haber.

Y es que cuando uno ve la decadencia generalizada en nuestro municipio y de pronto se encuentra con ciertos locales que aguantan estoicamente al pie del cañón, es que tienen algo especial o gozan de alguna especialidad que les hace casi únicos y que respalda el que sigan ahí contra viento y marea, aguantando tempestades y pandemias.

Torrijas de Hernandez
Y efectivamente, su torrija poco tenía que envidiar a las que tanto alardean de premios otorgados bajo sabe dios qué criterio. Una torrija muy correcta en su textura y sabor y de grandes dimensiones. Más fina que las anteriores, especialmente que la de Paco Pastel, pero todo ello debido a que el pan está cortado de forma más sesgada. Nos comentó la encargada del local que ya habían servido más de 400 torrijas en las dos semanas previas a la Semana Santa y eso que se quedaron sin pan, pues lo traían de fuera de Villalba. Eso os da una idea del volumen de trabajo y el éxito del producto, pues seguramente que finalizada la campaña, esa cifra se habrá doblado sin problemas. Y yo bien que me alegro de que un negocio humilde y sin florituras goce del éxito que tantas veces les negamos por aquello de que menospreciemos lo nuestro o valoremos por encima de lo que se merece el postureo.

Pero si este año y en esta entrada he decidido irme por lo clásico en cuanto a las versiones del dulce, estaría mintiendo si no hago mención a la pequeña licencia que me permití en la mejor heladería
de Madrid de la cual tenemos sucursal a pocos kilómetros en el vecino pueblo de Torrelodones. Y es que gracias a esa heladería uno puede paliar una de las grandes carencias de "La Capital de la Sierra", la falta de una heladería como es debido. Pues bien, después de una cola de cerca de 15' pude degustar su helado de torrija con ron, también tenían de torrija sola, pero si habíamos ido a jugar...

Por cierto, si esta “entrada glotona” te ha gustado, tal vez te interese la serie que dediqué a la búsqueda de la mejor palmera de chocolate de Collado Villalba.