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domingo, 19 de noviembre de 2017

¿Quién quiere una tapa?

El otro día pude leer la entrada de un conocido “influencer” de lo que pasa en nuestro pueblo, que día sí, día también, da y reparte estopa a los responsables del rumbo de nuestro Ayuntamiento (una veces muy merecidas y otras no tanto), relativa a la Ruta de la Tapa.

El citado “comentarista” cargaba sus tintas contra la falta de apoyo del actual consistorio al evento, lo cual en parte es cierto, pero no comparto con él su punto de vista como que esto fuese algo maravilloso que haya arruinado el “Gobierno Pepero” de nuestro pueblo. Hasta donde yo recuerdo, este evento nunca ha funcionado bien por distintos motivos, algunos de los cuales ya desglose en entradas de hace unos cuantos años (I, II, III), por lo que el “fracaso” de nuestra ruta de la tapa tiene unos cuantos culpables.

Cierto es que por ejemplo ayudaría el tener algún tipo de apoyo del Ayuntamiento en cuanto al tema de transporte, pues la dispersión de los locales es enorme y no se puede ir de uno a otro fácilmente, lo que pone realmente difícil el poder cumplir con la ruta y disfrutar de la misma por aquello del “si bebes no conduzcas”. Pero no menos cierto es que se trata de una iniciativa privada y que debe ser el organizador el que le ponga la imaginación y la intervención del Ayuntamiento ser mínima. Estoy seguro que si se involucrase más el Ayuntamiento en “la agenda” del evento, no tardarían mucho en salir los que criticasen los tratos de favor y otras cosas, tuvieran o no razones fundadas para ello. Este mundo de las RRSS se las gasta así.

Pero lo que sí es evidente, es que el evento ha profundizado en algunos males del pasado y no ha sabido aprovechar el tirón del fenómeno “Masterchef”. Y eso que algunos de los fallos más garrafales se han corregido como el que para entrar en el concurso se pida un número más razonable de visitas, que la descripción de la tapa sea un poco más detallada y la presencia de una foto orientativa de la misma.  Pero como repito, la culpa creo que es un poco de todos y es un fracaso rotundo que solo participen 10 locales en este evento de un claro negocio al alza en otros lugares al abrigo de la moda por la cocina de diseño o las nuevas tendencias de fusión arropadas sobre la riqueza gastronómica de nuestro país. Así pues, repartámonos las culpas y cojamos cada uno la nuestra.  

  • En primer lugar el promotor principal del evento (CYE), que poco a poco ha ido perdiendo afiliados y que no ha conseguido que casi ningún local de los de toda la vida se haya involucrado en el evento. ¿Condiciones para participar en el proyecto leoninas? No sé, el caso es que pocos son los que participan y muy mejorable la comunicación del evento. No deja de ser algo recurrente en este pueblo el declive del movimiento asociativo “aburguesado” de los tiempos en que había dinero para todo sin mover un dedo.


  • El Ayuntamiento, por no haber sabido tutelar el proyecto o arroparlo convenientemente con una promoción más cuidada o supervisando la calidad del mismo. Da la impresión de que en este pueblo plantas un proyecto y les dices que van a venir 2000 personas y en cuanto les dices que no les cuesta nada ya se olvidan de mirar otros parámetros como seguridad, responsabilidades varias, calidad del evento, etc…



  • Los hosteleros del municipio. Es muy triste la bajísima participación de la hostelería local en este evento. Se de buena tinta que los números no les cuadran, pero es como cualquier otra inversión en publicidad, se hace con vistas a un retorno posterior. Los más clásicos porque no se ven forzados a recurrir a este método pues tienen una clientela fiel (aunque ojo que la clientela no es fiel en ningún negocio y el de la hostelería va por modas). Y los noveles porque el acceso al evento les sale por un pico por el canon de entrada (que no existe en otros municipios para participar en este tipo de eventos)


Este fracaso no hace más que poner de relieve que Collado Villalba nunca ha sido ni creo que lo sea, al menos en el medio plazo, un municipio con una hostelería potente. No hay muchos restaurantes de nivel y de estos se salta a la franquicia o al torrezno sin transición intermedia. Vamos, que el concepto tapa elaborada parece que va un poco reñido con nuestro municipio. Y mientras tanto, otros pueblos vecinos nos comen la tostada, o en este caso sería mejor decir “la tapa”. Este evento coincide con jornadas gastronómicas en Moral, Feria de la tapa en Torrelodones, etc…

  • Pero también somos culpables todos los vecinos, por no apoyar a nuestros negocios. Si no lo hacemos con aquellos más accesibles, imagínense las penurias que pasan aquellos que venden artículos de mayor valor. Hemos convertido a nuestro pueblo en “una plaza difícil” para el emprendedor. Criticamos hasta a nuestra familia y no ponemos en valor el trabajo de terceros y así nos va. Damos palos a tal o cual multinacional, a esta o aquella franquicia, pero como consumidores siempre nos ponemos del mismo lado (por economía o por seguir a las masas) y eso lleva a una pérdida de diversidad, oferta y claro está, reparto de riqueza.